sábado, 7 de julio de 2012

García Márquez perdió la memoria y la busca en charlas con su hermano

Por Cartagena. AGENCIAS.

Lo contó Jaime García Márquez, 13 años más joven que el Nobel: ya no habrá más libros nuevos de “Gabo”.
 
 
 
Hace pocos meses. La imagen se tomó en marzo, cuando Gabriel García Márquez cumplió 85 /efe.

 

07/07/12

Uno puede ser el Premio Nobel de Literatura, leído y admirado por millones, amado y respetado por otros tantos pero ¿qué importa eso cuando lo que se está perdiendo es la memoria? ¿A quién llamar para buscar esos recuerdos que se escapan y que no dejan de ser uno mismo? “A mi hermano menor, a Jaime”, parece haber pensado Gabriel García Márquez. Y eso hace: llama a su hermano 13 años más joven “casi cada tarde”, desde su casa de México a Cartagena de Indias. Lo contó ayer, muy conmovido, Jaime. Y así confirmó lo que ya se rumoreaba hace algunos años, que el autor de Cien años de soledad, Gabito, para la familia, padece demencia senil.
“A veces lloro. Pero siento una felicidad dolorosa, porque tengo el privilegio de hablar con él” contó emocionado Jaime en Cartagena de Indias, Colombia, –frente a 226 jóvenes de 16 y 17 años que participan de un programa que se llama la Ruta Quetzal BBVA– . Pero aclaró, con alivio: “Todavía lo tenemos, podemos hablar con mucha alegría y con mucho entusiasmo como siempre ha sido”.
El mal que le arrebata la memoria, y por ende el genio y hasta la identidad, a Gabriel García Márquez, es genético. “En la familia todos sufrimos demencia senil, yo ya también comienzo a tener algunos problemitas y, por lo tanto, él ya tiene los estragos”, explico Jaime. La enfermedad “se le adelantó debido a su cáncer linfático, que en el 99 lo puso en una situación casi de muerte y la quimioterapia que utilizaron le salvó la vida pero también le acabó muchas neuronas, muchas defensas y muchas células, y así fue que se le aceleró ese proceso”, agregó.
El autor de Los funerales de mamá grande , que cumplió 85 años en marzo, se ha retirado de la vida pública hace tiempo. Si bien su hermano menor manifestó que no lo ve hace dos años y medio, cuando viajó a la ciudad de México a visitarlo, aseguró que físicamente el Nobel está muy bien.
Y lamentó los rumores: “Dicen que ya no puede hablar. A veces da la sensación de que quisieran que se muriera, como si la muerte de él fuera una gran noticia. Lo que podemos pedir es que eso se demore mucho tiempo”, añadió.
Los chicos preguntaron. Y preguntaron más. Y Jaime García Márquez respondió. Que si era difícil ser hermano de un genio, por ejemplo. “A veces quisiera no ser hermano de él sino hablar con un poco más de libertad. A veces siento que la gente piensa que para mí es una obsesión Gabriel García Márquez. No es, pero sí me gustaría que lo fuera.” Que ya de pequeño se le notaba el genio. Que sus primeras historias fueron novelas gráficas. Es una relación muy extraña, me siento muy satisfecho, tengo una información que no me da placer pero la tengo que contar porque ya no me puedo controlar”.
Según consignó el diario español El País, el momento más conmovedor fue el final, cuando los chicos preguntaron si habría nuevos libros de Gabo: “Desgraciadamente, no vamos a tener esa oportunidad”, dijo Jaime García Márquez, visiblemente dolido.

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