lunes, 31 de diciembre de 2012


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El Centro Cultural Armando Tejada Gómez

levanta su copa con todos ustedes en estas fiestas de Fin de Año, deseándoles a todos sus amigos, difusores, poetas, músicos, artistas plásticos, bailarines y creadores, lo mejor para cada uno en sus realizaciones
y que nos sigamos encontrando.
Siempre en la memoria y la poesía.
Agradecemos emocionadamente a todos los que se sumaron al año armandiano, en conmemoración del vigésimo aniversario de la partida del poeta argentino y latinoamericano.
Año que extendemos hasta abril del año que comienza, ya que son muchas las propuestas que por falta de tiempo o de espacio quedaron en espera. Y además en un par de meses celebraremos los 50 años de la Fundación
del Movimiento del Nuevo Cancionero!
Cuando propusimos Armar Armandos para el recuerdo del poeta, no imaginamos la enorme convocatoria
que tendríamos.
A riesgo de cometer algún olvido imperdonable, sabiendo del esfuerzo que conlleva cualquier actividad cultural y en todos los casos sólo por el gusto de recordar al Armando y rechazar el olvido,
adjuntamos un listado de los homenajes, recuerdos, difusiones de todas las actividades que desde abril se han realizado. Agradeciendo profundamente a todos su generosidad y su cariño
y la impronta indeleble que un poeta ha dejado en ustedes.
En memoria de nuestro compañero histórico del Centro Cultural, Israel Levy, que nos sigue acompañando con toda su alma, lo sabemos, y por él prometemos seguir en la brecha,
porque como decía "el Armando":
Ahora voy a hablar del horizonte:
no importa que sea lejos.
Importa saber adónde.
Tonadas para usar
Editorial Jorge Alvarez, Buenos Aires, 1968.
Por ese horizonte, queridos amigos, brindamos con todos! Por nuestra Patria y la Patria Grande!
Gracias a todos por acompañarnos en la hermosa tarea de recordar al Armando!
Nuestro espacio en facebook: Centro Cultural Armando Tejada Gómez
Los invitamos a visitar nuestra página www.tejadagomez.com.ar
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domingo, 30 de diciembre de 2012

" LAS BALADAS DEL AJO "

MO YAN, - Premio Nobel de Literatura 2012-


El Condado Paraíso, una zona rural de China, apenas ha conocido cambios sociales en las últimas generaciones. Pero la miseria extrema desatará pasiones feroces que rompen con las antiguas tradiciones.
El gobierno comunista ha animado a los granjeros a plantar grandes campos de ajo. Éstos recorren enormes distancias con su cosecha, pagan elevados impuestos y, al final, descubren que es imposible venderlo porque los almacenes estatales están repletos. Los campesinos se sublevan y la represión es brutal pero, incluso encarcelados en condiciones terribles, aún florecen entre ellos el amor y la lealtad.

Mo Yan ha escrito una novela épica, en la que la belleza está descrita con lirismo y la brutalidad con un realismo salvaje. Una tragedia oriental que nos introduce en una China recóndita y contemporánea, que aún continúa siendo una desconocida.
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jueves, 27 de diciembre de 2012

A leer que se acaba el mundo: en 2013, la apuesta es la novela erótica

Por Julieta Roffo

Desde “El kamasutra de Grey” hasta trilogías que copian la fórmula ganadora. Y relatos de autoras argentinas




Pan caliente. La saga de James estuvo entre los libros más vendidos en Buenos Aires para Navidad/ MARCELO GENLOTE

27/12/12
Una vieja máxima subyace en el mundo del fútbol: equipo que gana no se toca. Es una apuesta a que lo que fue eficaz vuelva a serlo el próximo domingo. Y es lo que parecen deparar las grandes editoriales para 2013: la novela erótica, la trilogía Cincuenta sombras como punta de lanza, vendió extraordinariamente bien. Así que el sexo será objeto de varias novedades literarias.
Motivos para confiar en el fenómeno hay: entre los tres títulos – Cincuenta sombras de Grey , Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas –, la historia escrita por la británica E.L. James vendió 50 millones de ejemplares en el mundo. En la versión inglesa de Amazon.com superó a la serie Harry Potter, destronando a J.K. Rowling como autora más vendida. Y ayer se informó que los lectores eligieron Cincuenta sombras de Grey como “Libro del Año del Reino Unido”: el 75 por ciento de los participantes eligió a James, que en su país natal ya vendió 6 millones de copias.
La Argentina no le escapa al fenómeno: según Florencia Ure, jefa de prensa de Random House Mondadori, entre los tres títulos se vendieron 300 mil ejemplares, con el primero de la saga a la cabeza de los textos más vendidos de ficción. Los otros dos se ubican también entre los diez primeros y fueron paquete en muchos árboles de Navidad.
La sumisión que rige las relaciones sexuales entre Anastasia Steele y Christian Grey, dos jóvenes de Seattle, Estados Unidos, y la descripción detallada de esos encuentros, parece ser irresistible para muchas mujeres de entre 30 y 50 años. A ellas apuntan algunas editoriales.
Planeta reeditó en diciembre Tess , una novela erótica que el inglés Thomas Hardy publicó en 1981. Apenas comienza su vínculo, Grey le regala a “Ana” ese texto, que según James fue “inspirador” de su obra. Para febrero prepara El kamasutra de Grey , que según detalla Ana Wajszczuk, jefa de prensa de la editorial, será “un libro práctico de la española Laura Elías con ilustraciones, con las interpretaciones que podrían hacer los personajes de la novela de James”. También lanzarán Cincuenta sombras de Gregorio , una especie de sátira a cargo de la italiana Rossella Calabró.
El sello Suma de Letras, de Alfaguara, publicará Desnuda , primer volumen de una trilogía que se lanzará entre febrero y abril, escrita por la estadounidense Raine Miller. La fórmula, para minimizar riesgos, es calcada: la saga se llamará El affaire Blackstone , apelando al apellido del protagonista masculino.
Aunque sigue apostando al éxito de E.L. James, RHM lanzará en 2013 Diario de una sumisa , de Morgan Sophie, que narra otra relación signada por el desequilibrio de poder entre hombre y mujer.
Algunas autoras argentinas también apuestan al género: Ediciones B publicó este mes Nada más que una noche , de Anabella Franco. Una vez más, protagoniza un hombre exitoso y nada interesado en enamorarse sino en mantener relaciones pasajeras. Pero casi como una Sherezade, aparecerá una mujer que podrá seducirlo por más de 24 horas, en medio de un vínculo en el que lo erótico pesa más que lo dulce.
Con una idea diferente de la clave del éxito, Planeta publicará 40 grados a la sombra . Se trata de una antología de diez cuentos en los que el sexo manda, escritos por autoras argentinas jóvenes como Gabriela Bejerman y Violeta Gorodischer, compilada por Julieta Bliffeld.
Como pasa con los equipos que ganan, con un juego más o menos vistoso, las editoriales masivas pondrán al erotismo de titular en 2013.
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"C O M I E N D O S E U N A V I U D A……."


Anécdota

                                                         Hugo Vásquez  Caez (Colombia)
 
Desde  muy joven he tenido la inquietud y se las he recomendado a mis amigos, que cuando visiten  por primera vez una región, sean prudentes en usar términos  en una   frase que conlleve varias interpretaciones, por que  muchas veces quien la expresa hace el ridículo, o el que la escucha si no sabe su sentido regional. puede traerle complicaciones de alta gravedad como sucedió en la anécdota que les voy a referir.
 
Cuando pasaron por televisión la novela LA COSTEÑA Y EL CACHACO, escribí un articulo refiriéndome a  a la dificultad que tenían los actores  en el momento que dialogaban, por que un porcentaje alto de verbos, adjetivos y sustantivos en nuestro medio,  tienen un significado distinto a los del interior del país, por ejemplo: cuando ellos piden pega de arroz, nosotros pedimos CUCAYO, cuando ellos encienden el bombillo, nosotros prendemos el FOCO, ellos tienen amigos nosotros tenemos LLAVES, no continuo con estos ejemplos por que  son muchos, pero si les cuento antes del anécdota anunciado, lo que le pasó a nuestra artista Lorna Cepeda en la Argentina cuando gravaban “DOCTOR AMOR”.
 
En el numero 381 de la revista ALO la reportera  Clemencia Medina narra que en muchas regiones de la Argentina la palabra  “cachucha” significa el órgano sexual femenino y que no nos imaginamos la vergüenza que pasó Lorna cuando le dijo a uno de sus compañeros que iba a gravar un acto al aire libre: “ven y te doy  mi cachucha”,   la carcajada unánime no se hizo esperar y el rubor de su rostro fue intenso cuando se enteró del contenido de su frase.
 
El leonismo siempre ha tenido directivos  que consagran su vida sirviéndole a la comunidad y orientando a los compañeros leones para que cumplan con todas las premisas éticas de la Institución.
El Club de Leones Sincelejo Monarca tuvo un adalid que con frecuencia nos invitaba a su Cubil, para dialogar  sobre temas leonisticos. Estas reuniones siempre terminaban con un banquete.
 
Todos los nombres de esta anécdota son ficticios.El adalid un día invitó a Juan Olmos un corozaleño que desde temprana edad se fue para Bogota, se  destacó en el leonismo y se casó con Rosana una rola de cepa, nunca salió de la capital, una vez la llevó a Girardot y creía que estaba en Europa. Su esposo, invitado ponente, insistió que lo acompañara para que conociera la Costa, ella con mucho entusiasmo aceptó.
 
 
En aeropuerto de Corozal lo esperaban Antonio Espinosa y Ricardo Olivares, dos entrañables amigos de la infancia; los  llevaron al hotel y luego a la Sede del Club Monarca donde se realizaría la reunión. Esta se efectúo con los protocolos acordados   y cuando terminaron, los asistentes formaron varios grupos para charlar y tomarse  los aperitivos que iban a brindar. Juan relacionó a Rosana su esposa, con muchas amigas y   aprovechó el momento y se fue con Antonio y Ricardo a saludar a sus viejos compañeros.
 
Cuando avisaron que el Buffett estaba  abierto, Antonio le dijo: Juancho  te tengo preparada en mi casa en Corozal, una viuda de carne salada con yuca harinosa y suero “atolla buey”.Juan le contestó: Tengo mis años que no como ese “manjar” de mi tierra,  así que podemos irnos cuando quieras, ni a mi mujer le voy avisar.
 
Ricardo se quedó y se unió a un grupo de los invitados que se alistaban para ir al comedor. Rosana preocupada  por la ausencia  de su esposo salio a buscarlo y preguntaba en los grupos: Han visto al doctor Juan Olmos?   y la repuesta era NO. Cuando llegó al grupo donde estaba Ricardo  hizo  la misma pregunta, han visto al doctor Juan Olmos? y Ricardo no la conocía y como sabia donde estaba Juan le respondió: ESTA EN COROZAL COMIENDOSE  UNA VIUDA!
 
Rosana dio un paso en reversa con una palidez y una taquicardia que hasta los adornos del cuello llevaban el mismo ritmo de su corazón, un mesero la atendió y le dijo, que necesita?, un vaso con agua y un taxi.
 
Llegó al Hotel y cuando terminaba de gardar la ropa se presento Juan y sorprendido   le dijo: esto que significa? . Le respondió: No seas cínico, ya se  que estabas en Corozal comiéndote a una viuda que con seguridad es una de tantas novias que dejaste en el pueblo.
 
Juan con la calma que se necesitaba, le explicó lo que significaba “una viuda” en la Costa y  le prometió que la llevaría a todas las partes donde le tocara ir, para que se aprendiera los términos  regionales que lleven mas de dos interpretaciones. Con un abrazo de felicidad regresaron al Club.
 
Barranquilla XII 23 2012. leoncaez@hotmail.com
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miércoles, 26 de diciembre de 2012

" RENOVEMOS "

LOS VUELVO A ELEGIR!!!!!!!!!
Nuestro Contrato del 2013
 
Después de una seria y cautelosa consideración,
Quiero notificarles que nuestro"Contrato de amistad"
Fue renovado para el año 2013
 
MUCHAS GRACIAS Y FELICIDADES !!
 
A LOS SEGUIDORES, A LOS QUE CONTRIBUYEN QUE "UN RINCÓN DE LIBROS" PERDURE Y CREZCA
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martes, 25 de diciembre de 2012

Las navidades ajenas
Por Federico Andahazi


Recuerdo las navidades de mi infancia con esa grata nostalgia que dejan los deseos cumplidos. Cuando yo era chico vivíamos con mi madre en casa de mis abuelos. Mi abuelo, socialista y agnóstico intransigente, se resistía a celebrar toda ceremonia que tuviese un origen religioso.
De manera que en mi casa no se festejaba la Navidad. El arbolito, los preparativos, los regalos, las compras de la víspera, eran parte de un mundo tan ajeno como anhelado. A través de la ventana de mi cuarto podía ver cómo, en el edificio de enfrente, cada departamento se iba poblando de luces y adornos, mientras mi casa permanecía como si nada sucediera. No era, sin embargo, una cena igual a la de todos los días; comíamos más tarde y, como por casualidad y aprovechando el feriado del día siguiente, esperábamos la medianoche. Entonces, cuando empezaban a tronar los petardos, salíamos al balcón para ver las luces de los fuegos artificiales que volaban por sobre la cúpula del Congreso. Iluminado por aquel destello multicolor, yo festejaba secreta y silenciosamente. No podía evitar querer ser parte de la fiesta, brindar como lo hacían mis vecinos y esperar sentado cerca del arbolito que dijeran mi nombre para recibir mi regalo. Así eran las navidades en casa, hasta que, en las fiestas previas a mi ingreso en la primaria, sucedió un hecho en apariencia intrascendente. Estábamos en el balcón viendo la repetida escena de los festejos en el departamento al otro lado de la calle Ayacucho, cuando, en el mismo momento en que yo me imaginaba abriendo el envoltorio de un paquete enorme, me encontré con la mirada severa de mi abuelo que, acodado en la baranda, parecía haber descubierto mis pensamientos. Ambos desviamos la vista con cierta incomodidad pero sin decir palabra. Creí ver en sus ojos el brillo del enojo. Nadie más fue testigo de aquel diálogo mudo.Recuerdo que al día siguiente había ido a jugar a la pelota al garaje junto a mi casa, aprovechando que estaba cerrado. Cuando volví pude ver en un ángulo del living, un árbol de Navidad nevado, resplandeciente y decorado con luces que iluminaban todo el cuarto. Tardé en descubrir que, al pie, había un paquete envuelto con papel metálico rojo en cuya tarjeta estaba escrito mi nombre. Pero muchos años más demoré en entender lo que había significado para mi abuelo haber armado con sus propias manos aquel arbolito que apenas sobrepasaba mi estatura infantil y, sin embargo, me pareció el más grande del mundo.
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Libros para celebrar el año: los títulos más destacados de 2012

Lo más destacado de la producción editorial de los últimos doce meses según Arturo Carrera, Oliverio Coelho, Jorge Consiglio, Angélica Gorodischer, Daniel Guebel, Iosi Havilio, Guillermo Martínez, María Negroni y Graciela Speranza


El año (o, para ser más precisos y agoreros, el día) en que, según una interpretación torcida de las profecías mayas, se terminará el mundo, parece más que nunca propicio a los balances. Quizá la promesa de cataclismo vuelva menos culpable la arbitrariedad, léase injusticia, que rige inevitablemente esta clase de cómputos.
Puesta a elegir los libros del año, adncultura decidió optar por una selección basada en el consenso de los integrantes de su redacción, antes que por un catálogo agobiante. Los acuerdos nunca son fáciles. Tampoco lo fueron esta vez. En principio la elección debía reflejar, de manera equilibrada, la diversidad de lo que se publicó en el año. No se tomaron en cuenta los libros de aparición demasiado reciente, que no llegaron a ser leídos con atención. También se decidió considerar tanto o más valiosas que las propias las elecciones de los escritores invitados. Con un par de excepciones, se prefirió no repetir lo ya señalado por ellos.El año literario no puede resumirse, por supuesto, en veinte títulos (o cuarenta y cinco, si se suman aquéllos). La lista es apenas una dosis concentrada de lo que propone una actividad editorial que, más allá de los sellos tradicionales, sigue ramificándose en nuevos proyectos independientes que enriquecen la producción y, al mismo tiempo, la vuelven más difícil de abarcar.La literatura argentina siguió dando a conocer obras a un ritmo intenso. Edgardo Cozarinsky, por ejemplo, publicó Dinero para fantasmas, un breve opus en que continúa explorando esa suerte de territorio nómade personal, entre la realidad y la ficción. Leopoldo Brizuela ganó el premio Alfaguara con Una misma noche, una poderosa novela sobre la dictadura. La argentina radicada en España Clara Obligado dio a conocer un interesante volumen de historias entrecruzadas ( El libro de los viajes equivocados , Páginas de Espuma). Daniel Guebel, cabe destacarse, publicó uno de sus mejores relatos, "La infección vanguardista", incluido en La carne de Evita (Mondadori).En materia de ensayo, Hugo Beccacece reunió en Pérfidas uñas de mujer (Edhasa) artículos y crónicas que, más que una simple compilación, funcionan como el retrato de una sensibilidad. Alan Pauls, por su parte, juntó en Temas lentos (Universidad Diego Portales) artículos que oscilan entre el periodismo y la crítica cultural. Beatriz Sarlo recopiló en Ficciones argentinas (Mardulce) sus reseñas de la literatura local de los últimos años.Los autores jóvenes (y no tanto) produjeron algunas obras interesantes en 2012. Iosi Havilio editó Paraísos (Mondadori); Alejandro García Schnetzer publicó una extraña y bella narración ( Andrade , Entropía), Selva Almada sorprendió con una poderosa historia que recuerda a la sureña Flannery O'Connor ( El viento que arrasa , Mardulce) y el cordobés Luciano Lamberti confirmó que es un cuentista original y eficaz ( El loro que podía adivinar el futuro ), Nudista.Hubo una edición muy esperada: la que agrupa las últimas obras de una figura decisiva: Copi ( Teatro 2 , El Cuenco de Plata). Hubo también reediciones necesarias. Es el caso de El traductor (Eterna Cadencia), la novela de Salvador Benesdra, que se publicó originalmente hace más de una década. Su tema, la crisis ideológica de un intelectual de izquierda durante el menemismo, cobra una singular actualidad leída desde el presente, al mismo tiempo que su calidad literaria se vuelve inobjetable.En materia de poesía, se publicaron inéditos de Leónidas Lamborghini ( El macró del amor , Paradiso), Jorge Aulicino reunió todos sus poemas en un solo volumen ( Estación Finlandia , Bajo la Luna) y hubo libros nuevos de Mirta Rosenberg y Arnaldo Calveyra.En la órbita internacional -además de los títulos que se consignan aparte- Javier Marías reunió todos sus cuentos en Mala índole (Alfaguara) y Alessandro Baricco publicó Mr Gwyn (Anagrama). El chino Mo Yan, autor de Sorgo rojo, comenzó a circular en el país gracias a la concesión del Premio Nobel de Literatura. J.K. Rowling, la autora de Harry Potter, debutó en la ficción para adultos ( Una vacante imprevista , Salamandra). Un acontecimiento póstumo: la publicación de El rey pálido (Mondadori), la novela inconclusa del fallecido David Foster Wallace. El viaje de Kokoshkin (Adriana Hidalgo), del alemán Hans Joachim Schädlich, fue una agradable sorpresa editada localmente.Uno de los fenómenos de la literatura extranjera (especialmente en la Argentina) tiene relación con los rescates de ese fondo sin fin en que parece haberse convertido el siglo pasado. Varios de esos autores son de origen inglés. De Alexander Baron se tradujo Jugador y de William Samson los relatos de No mires abajo (ambos en La Bestia Equilátera). De Patrick Hamilton, autor que inspiró a Hitchcock, salió Última resaca (Manantial). Fuera de la lengua inglesa, pueden anotarse Paulicea desvariada (Beatriz Viterbo), de Mário de Andrade, una obra clave del modernismo brasileño, o dos magníficos textos autobiográficos del formalista ruso Víktor Shklovski (Fondo de Cultura Económica).En el terreno del pensamiento, Eudeba publicó inéditos de clásicos como Émile Durkheim y Lucien Lévy-Bruhl mientras el muy actual Pierre Rosanvallon visitó el país con libro bajo el brazo ( La sociedad de iguales , Manantial). Hubo también ediciones específicas: se publicaron los escritos completos del compositor estadounidense Morton Feldman ( Pensamientos verticales , Caja Negra) y un minucioso estudio sobre la obra del argentino Juan Carlos Paz ( Vanguardias al sur , de Omar Corrado, Universidad Nacional de Quilmes).La elección de adncultura:Antigua luz John BanvilleAlfaguaraLa última novela del irlandés John Banville tiene una cualidad que la excede. Narra la historia amorosa entre un adolescente y la madre del mejor amigo, pero quien recuerda, ya adulto, es el actor teatral Alexander Cleave, protagonista de una novela previa (Eclipse) y sombra velada de otra (la memorable Imposturas), protagonizada, en parte, por su hija. Las virtudes individuales de Antigua luz se multiplican bajo el efecto de aquellos otros libros con los que -curiosamente- no forma tanto una trilogía como una zona de historias limítrofes, llenas de claroscuros..Atlas portátil de América Latina Graciela SperanzaAnagramaFinalista del premio Anagrama de Ensayo, esta original cartografía del arte latinoamericano actual hace dialogar de manera sorprendente y enriquecedora creaciones en apariencia distantes: la obra plástica de un artista brasileño puede entrar en contacto con una novela argentina, o el narrador chileno Roberto Bolaño con la artista mexicana Teresa Margolles. Subtitulado Artes y ficciones errantes, el libro permite distintas entradas, en un intento de acompañar "la potencia irreductible de la imaginación artística"..El absoluto literario Jean-Luc Nancy y Philippe Lacoue-LabartheEterna CadenciaLa edición en francés es de 1978, pero recién hoy El absoluto literario encuentra versión completa en español. Nancy y Lacoue-Labarthe indagan ese núcleo incandescente que fue el primer romanticismo alemán para entender hasta qué punto la modernidad tuvo su momento clave en el grupo nucleado alrededor de los hermanos Schlegel. Además de sus análisis sobre las principales ideas del grupo, el libro vale por los textos románticos incluidos, que (traducidos directamente del alemán por especialistas argentinos) funcionan como una preciosa antología del movimiento..El cuervo blanco Fernando VallejoAlfaguaraAdemás de novelista, el colombiano Fernando Vallejo es un notabilísimo biógrafo, como lo prueban sus trabajos dedicados a José Asunción Silva y Porfirio Barba Jacob. El cuervo blanco se centra en la vida y obra del filólogo Rufino José Cuervo. El escritor, un apasionado de la lengua y la gramática, se mimetiza con los métodos de su personaje y consigue un texto extraño, hipnótico y de un humor -como es habitual en el autor de La Virgen de los sicarios- irreverente..Gente peligrosaPhilipp BlomAnagrama Philipp Blom, autor de una minuciosa historia de la Enciclopedia francesa, entrecruza en este libro biografías con un estilo grato y talento de narrador nato. En este caso, sus temas son los debates en el interior de la Ilustración y los modos en que fueron sofocadas las voces más radicales (en materia de política, cultura, religión y sexualidad) en favor de pensadores moderados como Voltaire y Diderot o el contrailustrado Rousseau. Un fresco atrapante que no resigna su rigor..Gongue Marcelo CohenInterzonaEl Delta Panorámico, el espacio y el tiempo imaginados por Marcelo Cohen son ya un mundo con consistencia propia, fundado en la pura creatividad lingüística. En esta breve nouvelle, Cohen alcanza una síntesis entre la escritura barroca de sus primeros relatos y la transparencia de los recientes. En una zona anegada del Delta, Gabelio Tamper cuida de los bienes de su patrón Radaleno. Una estadía casi inmóvil, que le permite dedicarse también al rito de tocar el gongue, instrumento que contiene la música del Custodio. Su lengua campesina registra cada hecho como el pulso de un ritmo extático..La experiencia dramática Sergio ChejfecAlfaguaraEs usual que en las novelas de Sergio Chejfec haya caminantes más o menos a la deriva. En La experiencia dramática, dos amigos se encuentran para conversar una vez por semana mientras caminan por una ciudad, acaso Nueva York. No importa tanto el diálogo, sino ese arte de la digresión que el escritor argentino conduce con pericia distraída y perfecta. Las primeras páginas del libro, que asocian la divinidad con los mapas de Google, se cuentan entre las mejores de Chejfec..Las leyes de la frontera Javier CercasMondadoriEn Soldados de Salamina (2001), Cercas encontró el tono exacto para abordar la tragedia de la Guerra Civil Española, y en Anatomía de un instante (2009), para narrar en clave de crónica un momento álgido de la democracia española. Las leyes de la frontera sorprende, en cambio, por su aparente déjà-vu: retoma el clima de algunas películas españolas de los años setenta y ochenta, protagonizadas por lúmpenes, pero la velocidad e intensidad narrativas que le imprime son implacables, de una perfecta contemporaneidad..El modelo aéreo Leonardo SabbatellaMardulceCon sólo 26 años, Leonardo Sabbatella inaugura su literatura con una novela ambiciosa y lúcida. La muerte de un profesor y el asesinato de un pintor son el núcleo de un conjunto de pequeñas escenas que forman un relato constante y, a la vez, dejan que la trama se escape hasta desaparecer. Como polaroids de un paisaje mayor que nunca se recompone, los capítulos cuentan detalles de la vida de personajes cercanos a los muertos o recorren los objetos y los lugares que los rodearon. Sabbatella logra una arquitectura brillante en la que cada parte es un punto de atracción de una totalidad innecesaria..El poder, una bestia magnífica Michel FoucaultSiglo XXILa obra de Foucault parece inagotable. A sus libros y seminarios, comienzan a sumarse ahora, en dosis, los textos incluidos en los tomos de Dits et écrits que habían quedado inéditos en español. La edición reúne distintos tipos de intervenciones, desde entrevistas hasta textos secundarios. Este primer volumen (le seguirán otros dos) se centra en cuestiones ligadas "al poder, la prisión y la vida." Además de su valor para los lectores entrenados en el pensador francés, funciona para el lego como una ágil introducción a algunas de sus ideas clave..Informes de lectura Roberto BazlenLa Bestia EquiláteraBobi Bazlen fue un influyente editor triestino: famoso por introducir en Italia la obra de Freud y Musil, pero también por ser uno de esos escritores en potencia, sospechosamente geniales, que prácticamente no escribieron. Este breve libro reúne muchos de sus informes editoriales (tan informales que eran enviados como amenas cartas), que permiten entrever su inteligencia a la hora de leer toda clase de autores. También son impecables las cartas a su amigo Eugenio Montale, el gran poeta italiano, que completan el volumen..Joseph Anton Salman RushdieMondadoriJoseph Anton es el seudónimo que, combinando los nombres de pila de Conrad y Chéjov, Salman Rushdie inventó a pedido de Scotland Yard para ocultar su identidad luego de que la publicación, en 1989, de Los versos satánicos le valiera una condena a muerte del ayatolá Khomeini. Amparado por ese nombre y en una especie de velada autobiografía, Rushdie cuenta episodios de su vida durante esos años y menciona sus amistades y enemistades literarias y sus relaciones con varias celebridades, de Madonna a Hugh Grant..La Folie Baudelaire Roberto CalassoAnagramaCalasso es uno de esos escritores cuya erudición encuentra en la prosa, inteligente y sin excesos, una perfecta aliada. La Folie Baudelaire forma una suerte de tríptico (las otras entregas están dedicadas a Tiépolo y Kafka) sobre el arte y la modernidad. En el corazón del libro consta un sueño del poeta de Las flores del mal. Son claves, también, su vida y obra, pero alrededor de esos núcleos se despliega la ciudad de París y, retratadas en profundidad a partir de detalles, las figuras de creadores como Ingres, Degas, Manet o Rimbaud, y la del influyentísimo crítico Saint-Beuve..La poesía del pensamiento George SteinerFondo de Cultura EconómicaSiguiendo la línea de Presencias reales y de Gramáticas de la creación, George Steiner profundiza en La poesía del pensamiento. Del helenismo a Celan su preocupación por el lenguaje como base ontológica de la literatura y la filosofía. Siempre eruditas pero a la vez muy accesibles, las consideraciones de Steiner parten de la música, en cuanto caso de significado intraducible, y llegan, luego de un generoso recorrido filosófico, a una reflexión escéptica acerca de la hibridez de los géneros como marca de una época "poslingüística"..La novela de la poesía Tamara KamenszainAdriana HidalgoTamara Kamenszain reúne su obra poética en un solo volumen que depara la experiencia de leer un único relato hipercoherente. Un trayecto apenas esbozado, en De este lado del Mediterráneo (1973), con temas como la identidad judía y los avatares familiares, que adquiere solidez en Los no (1977), se consolida con La casa grande (1986), Vida de living (1991) y Tango Bar (1998), y alcanza máxima altura expresiva en El ghetto (2003) y El eco de mi madre (2010). "La novela de la poesía" es también el título de un último poema inédito que oficia de relectura crítica de toda la obra..La soledad del lector David MarksonLa Bestia EquiláteraEl título que eligió el estadounidense David Markson, muerto en 2010, no podría ser más certero; lo que se encuentra aquí es lo que acompaña al lector en su soledad, durante y después de la lectura: frases, fragmentos retenidos extrañamente en la memoria. La soledad del lector constituye también, a su modo, una enciclopedia de datos que al principio puede deparar una consulta salteada y compulsiva pero que revela su secreto, la clave del transcurso ficcional, cuando se lo recorre con paciencia de lector fiel, que es asimismo la condición del propio autor..Papeles de trabajo Juan José SaerSeix BarralJuan José Saer (1937-2005) llevó durante años sendos cuadernos en los que fue consignando todo tipo de reflexiones y escritos (incluidos aforismos, poemas, fragmentos de novelas que estaba trabajando). Este primer volumen de sus Borradores inéditos tal vez sea de interés, sobre todo, para el especialista o los lectores compulsivos del gran escritor argentino. Pero el trabajo de Julio Premat, encargado de la edición, y su equipo es ejemplar y sienta las bases de cómo abordar este tipo de materiales póstumos..Tiempo del corazón Ingebor Bachmann y Paul CelanFondo de Cultura económicaLos poetas Ingeborg Bachmann y Paul Celan se conocieron en 1948 y mantuvieron, hasta el suicidio del segundo en 1970, una relación tortuosa e intermitente. Tiempo del corazón reúne la totalidad de la correspondencia (cartas, poemas, telegramas) que intercambiaron durante ese período y su título mismo procede un poema de Celan: "Tiempo del corazón, los/ soñados representan/ la cifra de medianoche". El libro puede leerse no sólo como el documento de un vínculo sentimental (una especie de novela epistolar) sino también como un capítulo decisivo en la poesía del siglo XX..22/11/1963 Stephen KingPlaza & JanésPor primera vez, Stephen King se aventura en un acontecimiento histórico (el asesinato de John Fitzgerald Kennedy) pero lo hace a su manera, con un curioso giro novelesco que oscila entre la ciencia ficción, el fantástico y el thriller: dos personajes viajan al pasado para evitar el magnicidio. King -que arrastraba la idea de escribir esta novela desde 1972 pero esperó casi cuatro décadas para que el tiempo "enfriara" el caso- hace una reconstrucción muy detallada de la época, desde la música popular hasta la intolerancia racial..Virginia Woolf Irene Chikiar BauerTaurusCon la excepción del Osvaldo Lamborghini, de Ricardo Strafacce, no hay antecedentes en la Argentina de una biografía crítica literaria como la monumental Virginia Woolf. La vida por escrito, de Irene Chikiar Bauer. La periodista dedicó siete años a desmenuzar casi día por día la vida de la autora de Mrs. Dalloway, con un abordaje desde enfoques tan diversos como la psicología, la política o la sexualidad, y un análisis minucioso del origen, escritura y recepción de cada libro. Según Ernesto Schoo, la biografía de Chikiar es comparable "en calidad y erudición, con la mejor producción del exterior".La elección de los escritores:-Oliverio Coelho . Una novela política íntegra.Que el mundo me conozca . Alfred Hayes (La Bestia Equilátera)Un poco como en su novela Los enamorados, Hayes recorre en primera persona el organismo de una relación amorosa que nace contaminada..El monstruo . Sergio Sant'Anna (Beatriz Viterbo)El relato que da título al libro es una pieza clave en la literatura brasileña contemporánea. Y Sergio Sant'Anna, junto a Noll y a Ponte, uno de los latinoamericanos que en cada libro parecen urgentemente sabios..Una misma noche . Leopoldo Brizuela (Alfaguara)Una misma noche enlaza dos épocas en un notable tono intimista a partir de una escena. Secuelas de la dictadura aparecen transpoladas en el presente. Quizá desde Operación Masacre no se haya escrito otra novela política tan íntegra en la Argentina.-Daniel Guebel . Batacazo argentino.Borgestein . Sergio Bizzio (Mondadori).Instruccciones para dar el gran batacazo intelectual argentino Juan Terranova (Reina Negra).Matate, amor. Ariana Harwicz (Paradiso)-Jorge Consiglio . Cuentos de un imaginario desaforado.El marido de mi madrastra . Aurora Venturini (Mondadori)Son cuentos de un imaginario desaforado escritos con una prosa desaforada. Estos textos parecen hechos para morder al lector y se disfrutan desde la primera oración hasta la última..Poesía estupefaciente . Germán Maggiori (Milena Caserola)Los relatos de este libro de Maggiori tienen una potencia única que, me parece, tiene que ver con el vértigo y con el afilado cinismo con que fueron escritos. Son textos que entran como puñales..Bailando con los osos . Fernando Krapp (17 Grises)Doce relatos asombrosos. Krapp tiene mano maestra para administrar la información en los textos: lo no dicho genera una tensión deslumbrante.-Arturo Carrera. Una ofrenda a la lengua cotidiana.La canción de los héroes . Silvio Mattoni ( Universidad Nacional del Litoral). Más cerca de la vida que la vida misma, sus poemas son de la visión de un niño astrónomo: ¡Galileo!.Tilinga . Carmen Iriondo (Mansalva). Ofrenda a la lengua cotidiana, a lo ancilar de un habla que rememora su orfandad, su simpatía..Crítica de la imaginación pura. Mario Ortiz (La Propia Cartonera). Un libro para probar como Francis Ponge, que lo más importante para la salud del contemplador es la nominación de todas las cualidades que descubre.-Angélica Gorodischer . La intriga y las ganas de saber más.Sabiduría insólita . Fritjof Capra (Kairos). Porque habla de temas conocidos y estudiados, pero vistos extrañamente desde otros ángulos, cosa que despierta la intriga y las ganas de saber más (y eso es saludable)..Cámara Gesell . Guillermo Saccomanno (Planeta). Por aquello de "pinta tu aldea...". El autor lo hace pero que muy bien y nos deja estremecidas mirando a nuestro alrededor..Punto atrás . Paula Wajsman (Eduvim). Porque fue una autora deslumbrante, sólida, inquietante y hoy está injustamente olvidada. Por ejemplo, poca gente leyó Informe de París, una novela estupenda que merece ser leída, releída y recordada.-Graciela Speranza . Montaje adictivo y audacia formal.Relámpagos . Jean Echenoz (Anagrama). Como ya hizo antes con Ravel y Emil Zátopek, Echenoz cuenta la portentosa vida de Nikola Tesla con una economía y una gracia teñida de melancolía que sólo cabe en la mejor ficción. Queremos más, Echenoz..La soledad del lector . David Markson (La Bestia Equilátera). Prodigio del coleccionismo, el montaje adictivo y la audacia formal. Aunque parezca increíble, se multiplica en Esto no es una novela y se hace réquiem dolido en La última novela que, ojalá, lleguen también en traducción..Tres cuentos . Martín Rejtman (Mondadori). ¿Quién dijo que la literatura era más lenta que la vida? Las historias de Rejtman avanzan a 24 cuadros por segundo y aun así desbordan de ingenio, ironía filosa, atención sensible al detalle y saltos de imaginación. El director de cine, queda cada vez más claro, le debe mucho al gran narrador.-Guillermo Martínez . La imaginación de varios infiernos.Azar, ciencia y sociedad. Pablo Jacovkis y Roberto Perazzo (Eudeba). Una historia apasionante sobre el modo en que la idea de azar se abrió paso en las ciencias, desde la astronomía hasta la biología y la economía..Cuentos completos . Abelardo Castillo (Alfaguara). El gran maestro del cuento, todo junto..Anatomía de la melancolía . Carlos Daniel Aletto (Cuerva Blanca). Una revelación: una novela sobre medicina y pintura en la Europa del siglo XIV, con un lenguaje asombroso y la imaginación de varios infiernos.-Iosi Havilio . Nombres nuevos.El Tucumanazo . Esteban Castromán (Clase Turista).Camanchaca . Diego Zúñiga (Mondadori).Cuaderno de Pripyat . Carlos Ríos (Entropía)-María Negroni . La fiebre y la persistencia.Las flores del mal: los poemas prohibidos . Charles Baudelaire (Libros del Zorro Rojo). Editado por un sello editorial finísimo, especializado en libros ilustrados, este volumen contiene los poemas de Las flores del mal que fueron suprimidos de la edición inicial por "ultraje a la moral pública y a las buenas costumbres" (sentencia judicial del 21 de agosto de 1857). Las versiones de Jaime Siles encuentran en los dibujos del artista holandés Pat Andrea su debida indecencia..Los peces no cierran los ojos . Erri de Luca (Seix Barral). Este escritor napolitano (1950), traductor del hebreo, es un verdadero poeta en prosa. Sus textos podrían catalogarse de pequeños tratados sobre el asombro de vivir. Autodidacta y profundo observador de vidas minúsculas, De Luca narra como nadie, se diría que inventa una sintaxis (una música) que se parece a un viaje a lo largo de todos los viajes..El absoluto literario . Jean-Luc Nancy y Philippe Lacoue-Labarthe (Eterna Cadencia). Leímos la frase "Buscamos lo absoluto y no encontramos sino cosas" en Alejandra Pizarnik. Esas frases fueron escritas hace más de dos siglos por Novalis. Él, los hermanos Schlegel, Schelling y otros integrantes del Círculo de Jena forjaron en los albores del siglo XIX una nueva concepción estética que todavía imanta nuestros modos de pensar la literatura. Este libro es un homenaje a esa fiebre y a esa persistencia.Fuente: adncultura, La Nación.
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domingo, 23 de diciembre de 2012

" Libros infantiles para las fiestas "




ATRAPADOS
Oliver Jeffers
Los Especiales de A la orilla del viento
Tapa cartoné, 23 x 31 cm., 32 pp.

Una cometa queda atrapada en la copa de un árbol. Floyd, su dueño, empezará a arrojar objetos de todos los tamaños para tirar abajo la cometa; inexplicablemente, todo lo que lanza queda atrapado en lo alto. Exageración y humor al por mayor.

A partir de 4 años   
 
 
 
 
 
 
 
BERTA SUEÑA
Antonio Ventura / Juan Carlos Palomino (texto /ilustraciones)
A la orilla del viento
15 x 19 cm; 79 pp.


Berta es una niña llena de grandes sueños que transcurren entre su mundo cotidiano. Sus amigos, el chico que le gustaba y que desde que se cambió de barrio no le escribe, su colección de hojas, su familia, conforman un universo lleno de momentos muy especiales para Berta. Una novela breve y entrañable.

A partir de 9 años 


 
 
Fondo de Cultura Económica - El Salvador 5665 - (1414) Buenos Aires - Argentina
Tel. (5411) 4771 8977 - e-mail: info@fce.com.ar o alaorilla@fce.com.ar
Visite nuestro sitio web: www.fce.com.ar
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sábado, 22 de diciembre de 2012

Con y desde toda la humildad que me asiste, deseo, que de suceder un nuevo tiempo…nos podamos seguir encontrando quienes alguna vez nos cruzamos en esta vida…
Mi deseo de ‘’mejor’’ humanidad…
Miguel Longarini
Poeta Argentino
9 de Julio- Pcia de Bs.As
  
 

Amar, reír y ser feliz no es tan complejo.... A veces, hace falta estar vivo y limpio de tanto polvo de estrellas de utilería...
Que podamos seguir tratando de alumbrar los senderos donde ‘parece’’que se esconde la simpleza....
m.longarini-20-12-2012

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MARTA CHANQUET en "YO TE CUENTO Bs As III"

 "TANTA GENTE Y TANTO SILENCIO "
Mención de Honero del Jurado

Nací hace 69 años en La Niña, partido de Nueve de Julio, el lugar donde fui muy feliz. Soy profesora de literatura, tengo cinco hijos, diez nietos y una hermosa mamá de noventa y dos años. Siempre me gustó la lectura y la escritura. Hace no muchos años empecé esta hermosa aventura de jugar con las palabras.


Llegó a Retiro. No había dormido en todo el viaje. Nunca lo hacía. Además, el pasajero de la ventanilla, no dejó de roncar. Estaba cansada, el bolso le pesaba. Caminó dos cuadras para tomar el 152. Pudo sentarse. Luisa le había ofrecido la valija con rueditas pero no quiso. No fuera a ser que se rompiera, no quería problemas. Abel se iba a sorprender. No la esperaba y cuando le mostrara las milanesas seguro se comería una antes de salir. Bajó en Cabildo y Campos Salles.

Caminaba inclinada por el peso. Vio el kiosco y enseguida la puerta amarilla. Tocó el timbre, esperó. Insistió. No respondió nadie. Le pareció raro. Abel salía siempre a las seis y media. Cuando miró el reloj y vio que eran las siete recordó que el micro había tardado en entrar a la Capital. Se decidió. Iba a sorprender a su hijo. Alzó el bolso nuevamente, caminó las tres cuadras que la separaban del subte*.

El sol ya calentaba. Llegó a Cabildo y descendió las escaleras de la estación Congreso. La cola en la ventanilla fue otro contratiempo. Por suerte tenía dos pesos en el bolsillo. Menos mal, no iba a tener que abrir la cartera.
A un costado de la mujer, esperando la formación, el chico se palpó los bolsillos del blazer*. Sí, la piedrita de la suerte venía con él. Jamás le había fallado, era lo más*. Sin ella se sentía perdido. Apenas subió logró sentarse.

La mujer no tuvo esa suerte. Le molestaba no tener asiento. Le dolían los pies, encima los zapatos eran nuevos. Se apoyó contra la puerta. Llegaron a Juramento y le llamó la atención la cantidad de gente que empujaba para entrar. Se acomodaban como podían. Parecían vacas con brazos levantados.

Enfrente de la mujer, sentado, el chico* leyendo. Al muchacho le quedaban los veinticinco minutos de recorrido para estudiar el cuestionario de Historia. Buscó la página sesenta y siete. En la mano izquierda sostenía la cábala.
Con tanto movimiento la mujer quedó mirando para el interior del vagón. Quería ver el nombre de las estaciones. Se le dificultaba. No tenía acomodo ni de dónde sujetarse. Separó las piernas, hasta que logró cierto equilibrio. Alcanzó a leer entre cabezas y hombros: Olleros. Recordó cuando habían venido por la hipoteca de la chacra y bajaron ahí. El abogado vivía en ese lugar. Casi perdieron el campito esa vez. Le parecía imposible que subiera más gente. Sin embargo subían. Nadie hablaba. Tanta gente y tanto silencio. Volvió a mirar al chico del libro y le indignó su comportamiento. Por momentos cerraba los ojos, seguro que lo hacía a propósito para no dar el asiento al pobre viejo que tenía delante. Simulaba leer. El pobre viejo cambiaba de mano para no cansarse. Ella sentía los pies hinchados. Si fuera su hijo lo hubiera levantado de una oreja. La mujer intentó poner el bolso entre las piernas aunque temía molestar. Lo logró y se sintió mejor. Le seguía incomodando la actitud del muchachito*.
El chico vio que la mujer lo miraba. Ya la había pescado otra vez. Si quería el asiento estaba frita*. Ni loco. Empezó a visar las preguntas: la dos, sí; la tres, también; la cuatro más o menos; la uno, seis y siete, pan comido*. Se preocupó por las otras, debía estudiarlas, no hacerse el piola*. Cuando levantó los ojos del libro, se encontró nuevamente con los ojos de ella. Se preguntó qué le pasaba con él. ¿Estaría loca? Iba a intentar sentarse con el Pato que sabía un tocazo*. Era un groso*. Sabía que tenía que aprobar de lo contrario, adiós vacaciones en el mar. Le molestaban las rodillas del que tenía enfrente pero estaba repleto. Se alegró al comprobar que la mujer había desaparecido detrás del de traje gris.

Cada vez que se abrían las puertas, la mujer seguía preguntándose adónde iban a entrar. Entraban. La imagen de los animales en las jaulas de los camiones no la abandonaba. Había leído "Plaza Italia". Intentó levantar el bolso porque se sintió mareada y tenía miedo de caerse. Le faltaba el aire. Diosito que no se desmayara. Le iban a robar todo. Tenía que distraerse con algo, no pensar. Recordó que Abel cuando había hecho el viaje de la escuela al zoológico nombró esa plaza.
Ahí la maestra les había dado los sándwiches. Al hijo le había gustado mucho ese viaje. La ciudad lo agarró nomás, no volverá a vivir en la chacra, pensó. Seguía con el dolor en los pies. Calor. No alcanzaba a leer. No sabía por dónde iba. Tenía los brazos pegados al cuerpo. Buscó al chico. No lo encontró. Supuso que había bajado. La cartera le colgaba y no podía subir el brazo.

La titular posiblemente se habría hecho cargo y si era así, él ya estaba en el horno* De la nueve no tenía ni idea. Cómo tomaría la prueba. Seguro que complicada. Descubrió las piernas de la mujer. No se había bajado. Como llevaba la cartera, se la iban a robar. Le chiflaba la panza. Los nervios lo atormentaban. No quería repetir. El subte* se detuvo más de lo acostumbrado. Cuando escuchó lo de la demora, primero se angustió. ¡No iba a llegar! El servicio estaba suspendido. Había manifestaciones a partir de Tribunales. La demora se extendería por espacio de dos horas. En ese instante reaccionó. Se salvaba. No iba a llegar. No daría la prueba. No era culpa de él. Apretó la piedrita que seguía siendo lo más.
Las puertas no se cerraban y por el altoparlante algo habían dicho. En forma inmediata vio cómo la gente se dispersaba. Parecían hormigas cuando se pisa el hormiguero.

El vagón quedó casi vacío. Había asientos. Buscó uno frente al maleducado que se había salido con la suya, nomás. Ahí estaba .Parecía medio bobo. Pensó en sacarse los zapatos. Luego no podría ponérselos. Los pies estaban muy hinchados y con ampollas. Cerró los ojos. Tenía sed. En el trabajo del hijo tomaría agua y se pondría dos curitas*. El zapato la había lastimado.

La vio enfrente, sentada. Cuando la mujer cerró los ojos pensó que había muerto. Sin embargo, el pecho le subía y le bajaba. Estaba agitada. Decidió bajar. Apenas lo hizo vio que subía un hombre y se sentaba junto a ella. ¡Ése le iba a robar a la vieja! Le gritó: "¡Abuela!", y se sorprendió de lo que hacía.
 
Ella se asustó cuando vio que la tomaba por el brazo y le decía que bajara porque el subte no seguía. No entendía muy bien pero se dejó llevar. Aparentemente, por lo que dijo, la había salvado de un robo. El chico le agarró el bolso con una mano y con la otra la tomó del codo mientras subían hacia la luz. Lo hacían muy lento. El bolso pesaba. La ayudó a sentarse bajo un jacarandá de la Plaza Lavalle.

La mujer le dio las gracias. Le dijo: "Gracias, hijo". Lo de hijo, él lo dejó pasar. La veía cansada, aturdida. Supuso que ella no había entendido muy bien lo de la demora y el posible robo. Se iba a quedar un poco más con ella. Sacó la botellita de agua de la mochila y le ofreció. Agradecida tomó un poco. Mientras cerraba la botella que ella le había devuelto, le hizo ruido la panza*. Es que no había desayunado. Cuando la mujer abrió el bolso, el olor le agudizó el hambre.

Todavía se preguntaba quién le habría querido robar, cuando escuchó las tripas del chico. Era seguro que tenía hambre. Buscó en el bolso y sacó un repasador y un bols. Le preguntó si no se ofendía si le hacía un sándwich de milanesa. A su hijo Abel le encantaban.
El olor era irresistible. Aceptó. La mujer le mostró el pan esponjoso, y todo gracias al agua del pueblo nada salitrosa. Apareció en sus manos un tomate que cortó rápidamente en cuatro y le preparó el manjar. Si lo vieran los chicos. Eso era de película. De locos. Nadie le iba a creer que había estado en Plaza Lavalle con un repasador bordado sobre las piernas, junto a una mujer de campo, saboreando la milanesa más rica del mundo.

Ella vio que le gustaba y se alegró. Pensó que, después de todo, era un buen chico. Cuando terminara de comer le iba a pedir el repasador porque era el bordado.

La piedrita estaba loca. No sólo lo había salvado sino que hasta le consiguió un festín. Ya lo había decidido, se iba a quedar con ella hasta que se normalizara el servicio. No fuera a ser que le robaran.
Mientras comía le indicaba cual era el teatro Colón, Tribunales, aunque no parecía interesarle demasiado a ella.

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viernes, 21 de diciembre de 2012

Un Belén muy vivo (Julio César Romano)

Año 2012, ed. Palabra, a partir de 7 años.
Resumen: Dentro del Belén se esconden muchas historias, y los niños pueden ser verdaderos personajes y protagonistas. ¿Sabes qué sucede cuando pones el Belén en casa? Por la noche, las figuritas toman vida, pasean por los caminos de arena, se cuentan historias, ríen y bailan. Claro que no todo son alegrías. Allí está Herodes, los soldados romanos, nuevos habitantes y algún desgraciado accidente. Si quieres saber todo lo que ocurre, con estas pequeñas historias descubrirás los secretos de tu Belén.
Creo que es un libro muy adecuado para estas fechas. Las historias tienen un fondo interesante y la finalidad del libro es mantener la bella costumbre de colocar el Belén en nuestras casas. Se trata de ser un personaje más. Cada pequeño relato, relacionado con los demás tiene una aventura, una explicación a veces muy ocurrente.
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Saludo de ALEJANDRO CASAS escritor y seguidor de Un rincón de libros.

" Si la vida fuye como el río de Heráclito. Y si el olvido borra y la memoria transforma, los libros son balsas que recogen los jirones de historias que los hombres van dejando para transportarlas por el mar de los tiempos, como el mensaje de un náufrago que, dentro de la botella, viaja con destino incierto"
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miércoles, 19 de diciembre de 2012

"LIBROS REEDITADOS "

FRANKENSTEIN. por Mary Shelly.

Nueva condena de Prometeo

el renombre de la mansión suiza de Villa Diodati se debe a los sucesos del verano de 1816, cuando Lord Byron retó a su secretario, John Polidori, y a sus huéspedes, Percy Bysshe Shelley y la que sería su esposa, Mary Wollstonecraft, a escribir un relato de fantasmas. Del desafío surgieron dos textos, El vampiro, de Polidori, y la idea de lo que sería, luego de varias reescrituras. Frankenstein o el moderno Prometeo. A sus 21 años, Mary Shelley publicó la novela más significativa de la literatura gótica. Una versión del mito griego, basada en las especulaciones científicas de la época, en la que la ambición que despertaba el saber y el control de la naturalea transformaba al hombre en el creador de sus peores monstruos.

ADN. Cultura
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" CHICKEN STREET"

Autor STHERS AMANDA
 



Chicken Street es el nombre de la calle principal de Kabul, donde viven los únicos dos judíos de Afganistán. Simón, zapatero, de un especial sentido del humor y Alfred, escritor de cartas por encargo y custodio de las llaves de la sinagoga.
Un día, la hermosa Naéma, oculto el rostro bajo la "burka", busca a Alfred para que escriba una carta en su nombre a un periodista estadounidense, a quien amó una sola noche y del que espera un hijo.
Esta apasionante novela transcurre entre Kabul y Nueva York, mientras los dos amigos judíos y Naéma esperan la respuesta del periodista.
Todo se convierte en una vertiginosa tragicomedia agitada por la Historia en donde lo maravilloso rivaliza con la locura de los hombres, los hechos se suceden ... ¿Nacimiento o lapidación?, ¿Cartas falsas o promesas verdaderas? El destino oscila, duda, gime, ríe.



 
Amanda Sthers, nombre literario de Amanda Queffélec-Maruani, nació el 18 de abril de 1978, en París. Prolífica autora de novelas, biografía, obras de teatro y libros infantiles, entre sus publicaciones se destacan Ma place sur la photo (2004), Le Chat bleu, l'alouette et le canard timide (2006), Thalasso (2007), Keith Me (2008), Liberace (2010) y Le lien (2012). También es autora de guiones de cine y de canciones, que interpretó con su ex marido Patrick Bruel, con quien tuvo dos hijos, Oscar y León.
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martes, 18 de diciembre de 2012

" CINCO GUERREROS"

Autor: Gonzalo Salesky (Córdoba, Argentina)

Cinco guerreros - Finalista del II Premio de Relato

“Taller de Escritores” (Barcelona, España)


Llegaremos a Brasilia en dos horas. Nos aprestamos para la gran batalla.
Hace décadas que la opresión viene forjando nuestro deseo de luchar y de ser
libres.
Ajusto mi cinturón y me preparo para el lanzamiento. Mis cuatro
compañeros de cápsula están listos. Alfa 9810 tiene los ojos cerrados, quizá por
los nervios, quizá por la emoción. Es su primer vuelo fuera del continente. El resto
de nosotros tiene algo de experiencia, pero no más valentía.
Mi nombre es Beta 4791. Nací el día doce del primer mes de 2083 en la
base europea Esperança, cerca del país que antes llamaban España. No tuve la
suerte de conocer a mis padres. Tal vez ellos también estén viajando en alguna de
las miles de naves que nuestro Líder ha enviado hacia el Imperio.
Allí, no nos esperan. No conocen nuestras nuevas armas. Ni siquiera saben
de nosotros, encerrados en sus enormes burbujas, distraídos por sus pantallas,
alienados por sus medios de comunicación… no imaginan que vamos a invadirlos.
*
En mi infancia escuché una hermosa leyenda. Relataba la cruzada de
grandes hombres, que liberaron Eurasia de un oscuro tirano.
Autor: Gonzalo Salesky 2
La comparto para animar a mis compañeros. Delta 0462 me asegura que la
historia es cierta y que ocurrió hace unos doscientos años. ¡Doscientos años!
¿Será así? Ojalá recuerden esta gesta durante tanto tiempo.
Por ahora, no sé nada de Gama ni de Omega. Ni sus números de serie, ni
su edad... Pero en sus rostros veo el mismo maltrato que hemos sufrido como
pueblo.
Pese a todo, pudimos adaptarnos. Siempre lo hicimos. Estamos decididos a
ser libres. Acabo de cumplir dieciocho años y nunca pude decir lo que sentía. Me
acostumbré a hablar en voz baja, a no mirar a los ojos, a callar, a no pensar
distinto.
Con Alfa fuimos compañeros de escuela-cárcel. Doce años completos
levantándonos de noche, picando roca, limpiando el excremento de nuestros
dictadores de América del Sur. Setecientos metros bajo la superficie, casi sin luz ni
agua, con poco aire…
La esclavitud ha moldeado y templado nuestro espíritu. Así, aprendimos a
compartirlo todo. No lo que sobraba, lo que faltaba y apenas alcanzaba.
Día tras día, creció en nosotros el sueño de libertad.
*
Pasan los minutos y siento que mi traje me ajusta bastante. Acostumbrado
a la escasez, llevo pocas provisiones. Sólo guardo dentro de mi ropa una fotomóvil
de mi futura esposa, que una y otra vez me saluda y alienta. Eso me hace
más fuerte y me asegura que esta guerra… esta guerra valdrá la pena.
Autor: Gonzalo Salesky 3
Seguimos volando, cada vez más rápido, en una de las naves que la
Resistencia ha lanzado rumbo a la capital del Imperio Suramericano. Aquí, como
en las otras, hay cinco guerreros dispuestos a todo, uno de cada raza europea.
Kilómetros y kilómetros de orgullo y valor me rodean.
En este momento, en mi pantalla-facial aparece la imagen de nuestro Líder,
que nos repite, con voz serena pero firme:
VAMOS POR TODO. QUEREMOS SER LIBRES...
VAMOS POR TODO. QUEREMOS SER LIBRES...
VAMOS POR TODO. QUEREMOS SER LIBRES...
Con la tranquilidad del que es capaz de dar la vida por lo que ama, me
recuesto sobre la ventana que muestra las estrellas y trato de descansar un poco.
*
Sólo faltan cuarenta segundos para llegar. Me siento feliz. Veo a través de
mi casco que la batalla final ha comenzado. Y estoy seguro… la victoria será
nuestra.
¡Viva la Gran Eurasia! ¡Viva!
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Para todos mis amigos y lectores de mis escritos.

Israel Diaz  y Sra  (Colombia)
 

Desean a nuestros amigos y lectores de mis  escritos,  Feliz Navidad y les pedimos,  que recuerden en esta fecha tan especial las palabras de SAN AGUSTIN:

 
“Dios no manda cosas imposibles, te manda hacer lo que puedas, pedir lo que no puedas, y te ayudará a que sí puedas.”
Feliz Navidad 2012
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" YO TE CUENTO Bs As III "

Verónica Paulucci  (9 de Julio, Prov de Bs As)
Bailo, tal vez, desde siempre. Danza y vida son para mí parte de lo mismo; pasión, abrazo, alas. Desde hace dos años ha despertado en mí la necesidad de la palabra. Palabra para crear, compartir, comunic
ar. Palabra para danzar.



Zapatos rojos, verdes, zapatos…


Son las nueve de la noche y Pablo dibuja zapatos femeninos en su consultorio de la calle Medrano. Los imagina de todas las texturas po­sibles, de todos los colores. Altos, bajos, con brillos y sin brillo. Los dibuja pensando en los sueños de la gente, caminando en busca de esos sueños, pateando con las puntas los fantasmas del camino, enterrando con sus tacos lo que duele. Pablo recuerda a su madre: “¡Qué hermoso dibujo, hijo!”. Sabía que esos zapatos azules con mariposas que le había dibujado eran los que ella necesitaba, porque María, su mamá, cantaba y reía cuando regaba el jardín. Recuerda la voz de su padre: “Lástima los zapatos ridículos que te ha dibujado, mujer.”

 

Pablo, ahora, dibuja en su consultorio privado cuando ya se han ido los pacientes. El consultorio es su espacio de trabajo y cuando queda vacío se vuelve el atelier de sus deseos. Cierra con llave, pone música (adora escuchar Bach o Mozart mientras dibuja), deja libre de papeles el escritorio y lo mueve hacia la ventana que da a la calle.

 

Cuando cumplió seis años, su padre le regaló una pelota y la camiseta de Deportivo. Todos en la familia habían sido socios del club del pueblo y esperaban que Pablo siguiera con la carrera fut­bolística que el padre se había visto obligado a abandonar después del accidente. Pero a él jamás le gustó el fútbol y hasta el entrena­dor se cansó de intentar sacarlo bueno. Pablo no puede quitarse de la cabeza el ruido del motor de la vieja camioneta y el silencio del padre cada viernes por la tarde, cuando regresaban a la casa después del entrenamiento.

 

Ahora, mientras dibuja, piensa que la tarde en que iba a hablarle de esta pasión a su primera novia había recordado los zapatos azules con mariposas y ya no había podido hablar. Y que, antes, la noche en la que se sintió dispuesto a compartir el secreto con sus herma­nos, también los recordó y el llanto le cerró la garganta.

 

Durante la adolescencia y con la complicidad de la madre había tomado clases con una artista que, cada sábado, viajaba desde Bue­nos Aires al pueblo. Ella le abrió ventanas nuevas y fue en ese tiempo que se le puso en la cabeza que, en cuanto terminara el colegio, se iba a la Capital. Jamás dibujó zapatos en sus clases, los dibujaba en casa, a escondidas y luego los rompía. Sólo el día de la última clase pintó sandalias verdes con piedras rojas y violetas y se las regalo a Matilde, la maestra de arte. Seis años en la Facultad de Psicología no bastaron para terminar con la vergüenza. Tampoco lograron desvanecer sus deseos y los zapatos siguieron siendo su callada felicidad.

 

Laura sale de su departamento. Piensa tomar un taxi pero cam­bia de idea y camina hasta la estación Castro Barros. En las escal­eras del subte apura el paso. Lleva unos zapatos rojos de taco. Dos escalones antes de pisar el andén, resbala y cae. Alguien la ayuda a ponerse de pie y nota que uno de los tacos se ha quebrado. Casi con la velocidad con que ve desaparecer al tren en el que tendría que haber subido, él le quita el zapato sano del pie, le quiebra el taco y se lo da: “Así vas a poder caminar mejor. Me llamo Pablo”. “Soy Laura”. Durante los minutos que siguen a la llegada del próx­imo tren no hablan. Se sientan juntos y durante las dos estaciones siguientes, se observan. Ella piensa que todo está resultando ex­traño esa tarde, pero él la hace sonreír. Le gusta que se haya sen­tado a su lado. Pablo mira sus piernas hermosas y piensa que lo del zapato ha sido un impulso, pero que ya está hecho. Ahora ella está a su lado y eso le gusta. Se ponen de pie al mismo tiempo cuando el cartel indica Congreso y se ríen de la coincidencia. Laura piensa que todo está sucediendo como si el tiempo se amoldara a ellos. Salen caminando por Rivadavia, eligen cruzar Plaza Congreso y buscan un café del otro lado.

 

 

Cuando se despiden, Pablo se inclina para darle un beso y un montón de papeles y crayones se le caen al suelo. Intenta recogerlos, pero Laura ya está con uno de los dibujos en la mano: “Bello zapato, y lo bien que me vendría uno así en este momento”, dice. Pablo se lo arrebata y lo guarda en el bolso. Se siente descubierto y sonríe. Ella se traga la pregunta y también las ganas de besarlo. Por eso, cuando se despiden, piensa que no debería haber aceptado esa cena para el sábado.

 

Laura es violinista y lleva seis años tocando en la Orquesta estable del Teatro Colón. Su carrera ha sido maravillosa; sus amores, no.

 

El sábado llega y trae flores, vino, velas y besos. Si ella no hubiese saca­do el tema de los dibujos y los crayones, hubiera sido una noche perfecta. Seguramente hubieran dormido juntos. La tensión no dura mucho, pero sí lo suficiente como para presentir que Pablo tiene un secreto.

 

Cada tarde de la semana siguiente se encuentran en “Las Violetas”. Una de esas tardes, Pablo se aleja de la mesa para responder una lla­mada, cuando ella pregunta él no sabe bien qué contestar, no quiere mentirle, tampoco puede contarle la verdad. Pablo no quiere perderla, ella necesita confiar y esta vez lo quiere todo.

 

La siguiente semana, Laura tiene ensayos todos los días. Se ven el jueves a la tarde en el teatro; esa misma noche viajará con la Or­questa a Mar del Plata para dar conciertos. Pablo va a escucharla. La música de Mozart le despierta la piel y el alma. La emoción espanta sus fantasmas y los trasmuta en peces, pájaros y lunas que le indican el camino de los sueños posibles. Entonces siente deseos de ponerse a dibujar zapatos. Saca un cuaderno y al instante se acuerda de su padre y los peces, las lunas y los pájaros son arrastrados por una tormenta. Cuando termina la música, ella se le acerca sonriendo. Él ya ha regresado a su miedo.

 

El día que Laura regresa de la gira, Buenos Aires amanece gris. Deja la valija y las bolsas con regalos en su habitación y se prepara un café mientras escucha la radio. Ha quedado con Pablo en reen­contrarse por la noche y cenar juntos. La sorprende el celular, es Pablo que quiere verla a las cinco en Plaza Almagro; cuando ella quiere saber el porqué del cambio de planes ya ha cortado. Presiente que algo no anda bien. Piensa cuál vestido ponerse, elige el rojo y unos zapatos negros que van perfectos para ese vestido. Ahora está inquieta y no le gusta sentirse así. Se mira en el espejo, se ata y de­sata el pelo mil veces. Decide que esta vez suelto está mejor.

 

Laura camina por Plaza Almagro, se sienta en un banco, mira el reloj, vuelve a caminar, va vestida de rojo, se funde en el color del paisaje. Incansablemente corre un mechón de pelo que le cae sobre la cara.

 

Pablo acompaña a Julián, su último paciente de esa tarde, hasta la puerta de calle. Ve las primeras gotas que mojan la vereda e inmedi­atamente la lluvia intensa y continúa.

 

En la plaza el viento sopla fuerte y eso pone nerviosa a Laura; recuerda que ha escuchado en la radio: “… posibles vientos y llu­via…”. Lo mejor hubiera sido encontrarse en Las Violetas o que él fuera a su departamento, pero ahora es tarde.

 

Pablo regresa al consultorio casi corriendo, lleva diez minutos de atraso y eso no es nada bueno. Quiere encontrarse con Laura en la plaza para decirle que no puede seguir, pero llueve y él esa tarde no necesita a Bach ni a Mozart ni a Laura, cuenta con la lluvia y la lluvia lo inspira. Piensa que ya hablará con ella y que lo inmediato es dibujar y lo hace. Dibuja uno, dos, tres, tantos zapatos. Los tra­zos fluyen porque en su corazón todo está claro, es como si la única acción posible que lo atormenta y lo libera fuese dibujar y dibujar.

 

Laura tiene los ojos clavados, como perdidos en las puntas de sus zapatos negros por eso no la sorprende la lluvia cuando empieza a mojarle el pelo y el vestido rojo. Espera diez minutos, una hora y la lluvia, el rojo, el amor, sus zapatos se le van confundiendo. Si­ente tristeza y bronca* pero no puede moverse ni llorar. Entonces recuerda lo que Pablo le dijo alguna vez: “Nunca se sabe, el cielo puede abrirse”. Casi sin pensarlo se pone de pie y camina hacia su consultorio.

 

Cuando suena el timbre, a Pablo el rojo se le cae de la mano y salpica el taco del zapato que está dibujando. El efecto sobre el taco no está nada mal, piensa.

 

Como el viento de esa tarde se suceden las cosas. De repente Lau­ra está dentro del consultorio; ella mojada de lluvia y lágrimas, él confundido con tanto rojo; ella revolviendo dibujos, zapatos, pa­peles; él, dudas, culpas, vergüenza. Ella dolida como duele el amor.

 

Y se cuentan todo, se entregan confiando. “Para cada quien basta cada uno”, dice Pablo y los dos ríen hasta que el cielo se abre para que pase la luna y las estrellas.

 

Ahora Pablo y Laura caminan por Plaza Almagro. Pablo lleva grandes carpetas y rollos de papeles bajo el brazo, Laura camina descalza y sonríe.
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