miércoles, 1 de agosto de 2012

DÍA DE LA PACHAMAMA


LA PACHAMAMA

LA PACHAMAMA (Madre Tierra)

Don Hilario y su hijo salían a cazar guanacos, vicuñas y llamas. Por lo general, Don Hilario mataba más animales de los que necesitaba, aunque vendía luego en el pueblo todos aquellos que le sobraban.

A la Pachamama, no le gusta que cacen sus animales por deporte, y menos que maten a las madres de las manadas. Don Hilario, sin darle importancia a eso, fue a cazar como todos los días, pero aquella mañana la Pachamama les dio un aviso, haciendo temblar la tierra y produciendo derrumbes en los cerros.

Padre e hijo intentaron cubrirse en una cueva, pero su mula se empacó y cayó a un precipicio; éste fue el primer pago que cobró la Pachamama.

Terminaba el temblor y volvía el silencio. Los pobladores y viajeros, viendo la mula en el fondo del abismo, asustados, corrieron a hacerle una ofrenda a la Madre Tierra, para calmar su enojo y enterraron cosas que llevaban, como ginebra, coca, cigarros, y le hablaron en voz baja, con mucho respeto, pidiendo perdón, buenas cosechas y muchos animales.

Pero Don Hilario siguió cazando. La gente del pueblo también rezó a la Pachamama y hasta sacrificaron un guanaco en su honor. Don Hilario, convencido en tener permiso para seguir cazando, se internó en las montañas, perdiendo a su hijo que estaba juntando unas cabras entre los cerros.

Lo buscó durante varios días, de sol a sol, sin encontrarlo. Pasaron varias semanas, de rastrear sus huellas, con la colaboración de los vecinos y una tarde, unos arrieros que bajaban al pueblo comentaron que lo habían visto de lejos, y que cabalgaba sobre un guanaco guiando la manada…parecía un fantasma, vestido con pieles; había desaparecido en la neblina del monte junto con los animales.

La Pachamama volvió a cobrarse una deuda, llevándose al único hijo de Hilario a cambio de los animales que él había matado innecesariamente.
Los arrieros contaron su visión a don Hilario, quien comenzó a realizar ofrendas a la Pachamama. Ésta no le otorgó buenas cosechas, pero tanto y tanto debió rezarle, y tan puro fue su arrepentimiento, que al cabo de unos años se vio bendecido con otro hijo, a quien le enseñó respeto por los animales y la tierra.-

DE ahí que en el noroeste argentino los pobladores hacen la fiesta de la Pachamama, brindando, cantando, bailando y orando (reza-baile), pidiendo por buenas siembras, climas y cosechas.
Brindan con chicha y aloja, una especie de ginebra, caña o aguardiente. Bailan zambas, bailecitos y carnavalitos, además en esos reza-baile, danzan siete “chacareras” (danza tradicional argentina) seguidas, a lo que llaman la “teleseada”, llamada así en referencia a Telésfora Castillo una niña que asistía a los reza-baile, solo a bailar esas siete chacareras. Otra danza que ofrendan es el “Huayramuyo” (revoleo de ponchos al viento) para alejar a los malos vientos.

Si miramos a nuestro alrededor veremos cuantas cosas nos brinda la Pachamama, alimentos, medicamentos, y hasta instrumentos musicales, tal vez no la adoremos, ni le hagamos rituales chamánicos, pero si démosle nuestro respeto.-

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