martes, 28 de agosto de 2012

"B R E V E S"

Ismael leía como quien se embriagara. Salía de sus lecturas con la cabeza llena de fuego, enajenado, aturdido, como si de repente acabara de despertarse de algún sueño.
                                                                     de "Un niño prodigio" Irene Némirovsky

No hay comentarios:

Publicar un comentario