Una pareja de docentes argentinos llegó este domingo de regreso a Buenos Aires luego de viajar tres años y dos meses por América Latina, con una biblioteca infantil andante para promocionar la lectura y la literatura.
María Martina Etcheverry, maestra jardinera y de inglés, y Juan Martín Mondini, profesor de Literatura en colegios secundarios, partieron desde el Obelisco el 10 de abril de 2009 para cumplir con su sueño.
"A los 30 años dejamos todo: renunciamos a los trabajos como profes de escuela, a casa, a la vida dentro de un sistema", dijo Juan Martín, a Télam. "Así empezamos a darle forma a la idea de viajar por Latinoamérica con la biblioteca infantil andante, en la que les leíamos cuentos a los pibes y les hablábamos de la importancia de la lectura" contó.
Recorrieron 17 países. La ruta hilvanó los que dan al Océano Atlántico hasta México y, de regreso, los de la costa del Pacífico, hasta reingresar a la Argentina por Ushuaia, en el extremo sur.
Martina destacó "la solidaridad de la gente de América Latina, porque nos ha tratado muy bien, nos hemos sentido en casa en todos los países que recorrimos".
En tanto, Martín definió el viaje como "una experiencia transformadora, porque se convirtió en un estilo de vida·,
"Vivimos tres años y dos meses sintiendo lo que es la verdadera libertad; por lo menos, para nosotros desde lo que aprendimos y desde lo que pensamos", describió.
Desde la distancia, la conexión a internet fue la más utilizada por los docentes viajeros para comunicarse con sus familiares.
Martina contó que, "al principio, la familia se extrañó mucho, pero después ya te acostumbrás a tu vida y vas acomodándote a cuándo tenés que hablar por teléfono, por Internet, o tenés la suerte de que alguno puede venir a visitarte".
La pareja recorrió América Latina en una Combi modelo 82, a la que llamaban "La Clandestina", en homenaje al músico Manu Chao. El vehículo cumplió las funciones de transporte, casa y biblioteca, .
"La Clandestina se portó súper bien", expresó la maestra. "Nos dio una o dos veces problemas, y es tan mágica que nos dejó siempre donde alguien pudo ayudarnos, nunca en el medio de la nada", acotó Martín, con un toque literario.
El viaje pudo financiarse a través de artesanías, remeras y todo tipo de invenciones que los docentes vendían en cada país que recorrían.
"Volvimos para reencontrarnos con nuestra familia, para disfrutarla, pero creemos que en un tiempo vamos a volver a emprender otro sueño", indicó el profesor.
Para la pareja, el próximo destino "seguramente sea África, pero no sabemos cuándo será, tampoco sabemos si usaremos la misma Combi; es un proyecto que aún hay que armarlo con tiempo", explicó Martín.
Ahora, los educadores andantes publicarán un libro y organizarán charlas para continuar con este proyecto de recorrer el mundo con una biblioteca infantil.
Martina y Martín llegaron a bordo de "La Clandestina", este domingo al mediodía al Obelisco, donde sus familiares y amigos estaban esperándolos luego de 38 meses de original aventura.
"A los 30 años dejamos todo: renunciamos a los trabajos como profes de escuela, a casa, a la vida dentro de un sistema", dijo Juan Martín, a Télam. "Así empezamos a darle forma a la idea de viajar por Latinoamérica con la biblioteca infantil andante, en la que les leíamos cuentos a los pibes y les hablábamos de la importancia de la lectura" contó.
Recorrieron 17 países. La ruta hilvanó los que dan al Océano Atlántico hasta México y, de regreso, los de la costa del Pacífico, hasta reingresar a la Argentina por Ushuaia, en el extremo sur.
Martina destacó "la solidaridad de la gente de América Latina, porque nos ha tratado muy bien, nos hemos sentido en casa en todos los países que recorrimos".
En tanto, Martín definió el viaje como "una experiencia transformadora, porque se convirtió en un estilo de vida·,
"Vivimos tres años y dos meses sintiendo lo que es la verdadera libertad; por lo menos, para nosotros desde lo que aprendimos y desde lo que pensamos", describió.
Desde la distancia, la conexión a internet fue la más utilizada por los docentes viajeros para comunicarse con sus familiares.
Martina contó que, "al principio, la familia se extrañó mucho, pero después ya te acostumbrás a tu vida y vas acomodándote a cuándo tenés que hablar por teléfono, por Internet, o tenés la suerte de que alguno puede venir a visitarte".
La pareja recorrió América Latina en una Combi modelo 82, a la que llamaban "La Clandestina", en homenaje al músico Manu Chao. El vehículo cumplió las funciones de transporte, casa y biblioteca, .
"La Clandestina se portó súper bien", expresó la maestra. "Nos dio una o dos veces problemas, y es tan mágica que nos dejó siempre donde alguien pudo ayudarnos, nunca en el medio de la nada", acotó Martín, con un toque literario.
El viaje pudo financiarse a través de artesanías, remeras y todo tipo de invenciones que los docentes vendían en cada país que recorrían.
"Volvimos para reencontrarnos con nuestra familia, para disfrutarla, pero creemos que en un tiempo vamos a volver a emprender otro sueño", indicó el profesor.
Para la pareja, el próximo destino "seguramente sea África, pero no sabemos cuándo será, tampoco sabemos si usaremos la misma Combi; es un proyecto que aún hay que armarlo con tiempo", explicó Martín.
Ahora, los educadores andantes publicarán un libro y organizarán charlas para continuar con este proyecto de recorrer el mundo con una biblioteca infantil.
Martina y Martín llegaron a bordo de "La Clandestina", este domingo al mediodía al Obelisco, donde sus familiares y amigos estaban esperándolos luego de 38 meses de original aventura.
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