CARTA DE UN ABUELO OCTOGENARIO
A SU NIETO EL DIA DE SU GRADUACION
Por Israel
Díaz Rodríguez (Colombia)
A
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yer asistí a la ceremonia de grado de bachilleres de
tu colegio en el cual ochenta graduandos, plenos de alegría y con un auditórium
colmado de familiares, principalmente de padres, me deleitaba ver como en filas ordenadas iban llamando al estrado
a cada uno de ustedes para hacerles entrega del diploma.
Quien hacía de maestra de ceremonia, al pronunciar el
nombre del graduando, anunciaba al mismo tiempo los diferentes premios,
galardones y medallas a las cuales se había hecho acreedor, entre tanto, los
aplausos ensordecedores resonaban en el espacio frenéticamente, era a penas
natural, pues cada padre espera orgullosamente que su hijo figure en la lista
de los mejores, ya que con ello
satisface ante el público su ego.
El desfile fue enorme, las expectativas cada vez que
anunciaban el nombre de cada uno, aumentaba
la curiosidad de conocer quiénes habían acumulado más títulos y ganado
más medallas.
Cuando te llamaron yo estaba emocionado de verte con
tu toga y tu birrete recibiendo tu diploma de bachiller, no me desconcertó en
ningún instante el que solo te nominaran para hacerte la entrega de tu diploma.
Pues para mí era suficiente el verte recibir tu grado, por razones muy poderosas, la primera, darle
gracias a mi Dios por haberme permitido a mi edad alcanzar a ver uno de mis
nietos menores dando el paso firme de lo que será el largo camino por recorrer
hasta coronar su carrera. Otra, el
observar que estás hecho un hombre que asumes la responsabilidad de iniciarte
en una nueva vida que demandará muchísimo de ti, y porque estoy seguro que lo
harás.
Los galardones que se adquieren en el bachillerato,
como menciones, diplomas adicionales y medallas, no son determinantes a la hora
de empezar los estudios universitarios, tienen su valor más bien interno, pues
ya en el estudio de la carrera, las cosas son diferentes, el único estímulo es
el que emana de uno mismo, es uno el que se propone estudiar a conciencia a
sabiendas que de acuerdo con los conocimientos adquiridos, puede salir a
ejercer su profesión sin el temor del fracaso, la solidez de lo sabido es lo
que a uno le da seguridad para saber que cualquiera sea el sitio en el cual le
toque trabajar, se abrirá paso y trabajando con tesón, con entusiasmo y sobre
todo con la ética y la moral que la profesión demanda, se hará a un nombre y la
gente, el público en general, le tratará con consideración y respeto.
Ya en el campo del ejercicio profesional, el
pensamiento de uno debe ir siempre dirigido a colocarse entre los mejores de su
oficio, con seriedad y buen juicio se vence a la mediocridad y se adquiere
prestigio.
En resumen, te has graduado de bachiller, vas a
comenzar la carrera profesional que tu elegiste, en la Universidad, cualquiera
que ella sea, te encontrarás con personal muy distinto al del colegio,
escogerás nuevos amigos que de antemano espero sean de alta calidad humana, con
valores y principios iguales a los tuyos, de esa escogencia, dependerá en mucho
tu futuro ya que la vida es de relación, respeto y mutua estima.
Sé que serás un magnífico estudiante, un distinguido alumno y el día que
ya salgas de la Universidad, hecho todo un profesional, tus horizontes serán
los más propicios para demostrar tus calidades humanas.
Con mis mejores augurios.
Tu abuelo
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