Luisa Futoransky, Silvia Baron Supervielle y Julio Le Parc recorrieron y comentaron la Marché de la
poésie, el mercado de poesía parisino que logró reconocimiento internacional quizás por esa despojada simplicidad de sus stands al aire libre
poésie, el mercado de poesía parisino que logró reconocimiento internacional quizás por esa despojada simplicidad de sus stands al aire libre
En el corazón de St. Germain, frente a la plaza homónima está la bellísima iglesia Saint-Sulpice, la misma donde sucedió la ficción de El Código Da Vinci de Dan Brown. Allí transcurre cada año, hace 30, el Marché de la poésie (Mercado de la poesía) de París. "Hay visitas guiadas y, seguramente, se reparten los dividendos", arriesgó divertida Luisa Futoransky a propósito de la famosa Iglesia en su recorrido por los stands al aire libre de una tarde soleada, algo poco frecuente para la época. "Es un lugar de encuentro y, como son todos los festivales de poesía, un reencuentro de gente de la tribu", dijo la autora de París, desvelos y quebrantos.
Con un ejemplar de la Revista Ñ entre las manos, justamente la edición que reseñó su última muestra en Buenos Aires, Julio Le Parc también caminó las callecitas delimitadas por sencillos stands vestidos de blanco; allí contó sobre su última visita y los proyectos a futuro: uno de teatro y poesía que prepara en estos días. Y siguió su camino.
"El Mercado de la poesía, directamente" –dice Silvia Baron Supervielle que se traduce el Marché de la poésie. "Está lleno de stands que venden libros de poemas, pequeños editores que publican grandes autores, nuevos editores (como si no hubiera crisis en ningún lado) y donde se pueden hacer muchos descubrimientos". El pasaje del español al francés, del francés al español cuando se convirtió en traductora y un recuerdo de Carlos Bianciotti, en esta entrevista exclusiva: "Ser extranjero es un arma de creación, es volver a crear todo", sería el título.
Con un ejemplar de la Revista Ñ entre las manos, justamente la edición que reseñó su última muestra en Buenos Aires, Julio Le Parc también caminó las callecitas delimitadas por sencillos stands vestidos de blanco; allí contó sobre su última visita y los proyectos a futuro: uno de teatro y poesía que prepara en estos días. Y siguió su camino.
"El Mercado de la poesía, directamente" –dice Silvia Baron Supervielle que se traduce el Marché de la poésie. "Está lleno de stands que venden libros de poemas, pequeños editores que publican grandes autores, nuevos editores (como si no hubiera crisis en ningún lado) y donde se pueden hacer muchos descubrimientos". El pasaje del español al francés, del francés al español cuando se convirtió en traductora y un recuerdo de Carlos Bianciotti, en esta entrevista exclusiva: "Ser extranjero es un arma de creación, es volver a crear todo", sería el título.
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