26/08/12
“Ay, tiempo, que nos reduces / nos menguas y simplificas / y en el lecho de la Nada / nos
tiendes y sacrificas. ¿Sucesión interminable / o inmóvil eternidad? / Nos mides y nos
señalas / la hora de la verdad”, dice el poema “Ay, tiempo”, que el poeta, historiador
, abogado, pintor y folclorista León Benarós creó en 1990. Así pensaba el paso de los años
el intelectual puntano que murió ayer, a los 97 años.
Benarós nació en San Luis en 1915, aunque su familia y la vida lo mudaron varias veces: a
Lomas de Zamora, a La Pampa, a Mendoza, a Chivilcoy y a Buenos Aires.
Su primer libro, Antiguas ciudades de América , se publicó a través de Emecé en 1943,
y hasta 1999 sus novedades no se detuvieron. Esa fecha iniciática lo inscribiría para
siempre en la llamada “Generación del ‘40” de las letras argentinas. Más tarde, vendrían
títulos como Libro de Vacaciones (1980) y Mirador de Buenos Aires (1994) entre los
más recordados.
Las letras lo inspiraron para hacer cosas muy distintas: escribió tangos -fue cofundador de
la Academia Argentina del Lunfardo-, zambas -La tempranera es de las más populares-
, poesías y prosa. Y hasta se hizo un lugar en la prensa, habitualmente como crítico de arte:
fue colaborador de la emblemática revista Sur, de Todo es Historia, y también de Clarín .
Su vocación artística no se limitó a la literatura: Benarós pintaba, especialmente inspirado
en la naturaleza. Por eso “El lenguaje de las flores”, de 2001, fue una de sus muestras más
recordadas.
“Era culto, sensible y modesto, ícono de una generación de las que ya no quedan”, lo
definió su amiga, la periodista Cora Cané.
Benarós, Personalidad Emérita de la Cultura, se valió de su carácter multicreador, como
artista y como pensador, para que el reconocimiento cayera de maduro.
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