miércoles, 3 de octubre de 2012

“EL QUIJOTE DE LA MANCHA CON LUNFARDO”

Por Alfredo L Noceti
Ediciones Turísticas de Mario Banchik, 31/01/2005 - 191 páginas

les comento a los interesados por adquirir esta obra, no fue fácil encontrarla, al fin ubiqué el lugar donde se vende. Espero les sea de utilidad.


Martinez
Arenales 2048
 
Código Postal: B1640BGP
Ciudad: Martínez
Fax: 4798.9073
Teléfono: 4798.9073
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Lun-Vier 9 a 13 y de 15 a 20 Hs.
Sábados: 9.30 a 13.30 Hs.








EL INGENIOSO HIDALGO “DON QUIJOTE DE LA MANCHA” (Frag)

Por Alfredo L. Noceti

(Primera parte) Capítulo Uno: De cómo Alfonso Quijano se convirtió en Don Quijote y armó tanto despelote con su corso a contramano.


En un lugar de la Mancha,

cuyo nombre no me acuerdo

vivía un colifa cuerdo

un cuerdo colo, no sé

cuya historia contaré

tal como yo la recuerdo.


Érase este personaje,

un hidalgo cuarentón,

de mistonga situación,

quien pa su bien o su mal

en un momento crucial

descubrió su vocación.


Por domésticos tenía

un mozo de campo y plaza,

una doña pa la casa

que acusaba los cuarenta

y una sobrina pulenta

cuyo reloj nunca atrasa.


Por su noble condición,

laburar no le cabía

y su ocio entretenía

con fruición devastadora,

devora que te devora,

libros de caballería.


Curiosidad o inconsciencia

y este afanoso leer

llevándolo a mal vender

buena parte de su hacienda,

sin que razones atienda,

pa dejarse de joder.


Subyugado por el tema

enfrascado en la lectura

caso omiso hace del cura

quien lo regaña ex profeso.

Y acaba perdiendo el seso

embalado en tal locura.


Entró en el túnel del tiempo,

no fue derecho a la jaula,

como no era ningún maula,

considerándose un par

la gesta quiere emular

Del gran Amadis de Gaula.

Alonso Quijano, el Bueno

se convirtió en ese instante

en un caballero andante,

que irá en pos de la aventura

mostrando triste figura

sobre un fané Rocinante.


Escudo, lanza, armadura

que usara su bisabuelo

y velaban por el suelo

de un polvoriento desván

a nuestro hombre le vendrán

como caídas del cielo.


Y tras reacondicionarlas

haciendo la pata ancha

saldrá a morfarse la cancha

por su pres y su loor

el descocado señor

Don Quijote de la Mancha. (…)

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