viernes, 1 de abril de 2011

A ponerse en forma con la dieta literaria

Con un titulo original, JUANA LIBEDINSKY, corresponsal de La Nación, argentina, residente en Madrid con un iportante curriculum, nos cuenta esta novedad. Por lo menos para nosotros en Argentina.

Durante décadas se repitió como un mantra la máxima de que una manzana por día mantiene al médoco alejado. Pero el gob británico ha puesto el objetivo de cinco frutas y vegetales por día como mínimo para una alimentación sana en los adultos. ¨Para muchos es una exageración, pero aún así no se compara con el objetivo que acaba de poner la alimentación-intelectual´de los niños a partir de los 11 años: 50 libros por año, o uno por semana.
La cifra no surgió de la nada. Michael Gove, secretario de Educación del gobierno conservador, volvió impresionado de un viaje a Nueva York, donde visitó una escuela de Harlem, cuyos resultados académicos pegaron un salto considerable al instaurar esa meta de lectura anual. No fue la única medida-se alargaron tambiém las horas de clase, por ejm-pero sí lo que más repercusión tuvo.
Al otro lado del Atlántico, sin embargo, la potencial importación de la dieta trajo una reacción furibunda. No ayudó, sin duda, a que entre los programas de austeridad se hubieran cerrado un número de bibliotecas públicas de todo el país. Pero el dabate fue más allá. El primer tema fue calidad versus cantidad. ¿Cuenta cualquier libro o cómic para la meta numérica o debe ser literatura considerada valiosa?
El segundo fue si la obligatoriedad mata el placer, y si de esta manera la lectura se asociará a una pesada carga impuesta.
Y tercero, quién controla si los textos se leen. ¿los padres? (a quienes, sugieren algunos, se debería obligar a que tomen más libros en sus manos por  eso de que los chicos sólo leen si ven a sus mayores hacerlo). ¿O los maestros?, y ¿en qué momento?.
Por supuesto, tambiém hobo voces que sostuvieron que los críticos está siendo demasiados duros. Y que afirman que si el gobierno insiste tambiém en que no se debe tomar más de una cantidad determinada de alcohol por semana, que ponga metas altas en algo relacionado con la cultura nunca puede ser malo. Y citaron recientes estadísticas que muestran que es más probable que los chicos ingleses tengan en sus manos un teléfono celular que un libro.
Quién sabe si la próxima gran batalla en el tema de los niños y la lectura no empezará por allí.

Sin lugar a dudas es para reflexionar, desde el lugar en que estemos. Con una educación en crisis, donde algo hay que hacer urgente. Un golpe de timón hacia la lectura, estrategia sumamente rica e insustituible para que nuestros niños mejoren en su educación.
Gracias Juana´por brindarnos este artículo y hacer desde nuestro lugar lo que podamos, con nuestros hijos o nietos depende de la edad que se tenga.
Mi deseo es que este artículo lo haya leído el Michael Gove argentino .

                                                                                                                    Eli Urso

1 comentario:

  1. "si lees diez hojas por día, es un libro por mes" me dijo un profesor una vez y fue muy buen consejo. A veces cuesta ponerse en marcha, pero una vez en ritmo se acumulan los libros en cola (precisamente lo que me está pasando ahora ja!). Ale

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