jueves, 21 de abril de 2011

AUTORES LOCALES- (9 DE JULIO)

Alejandro Casas

 nació en Tandil (B.A.) pero vive desde muy chico en la localidad bonaerense de 9 de Julio. Es abogado egresado de la Universidad Nacional de La Plata, y además ejerce la docencia en los niveles superior y universitario, en la carrera de Técnico Superior en Administración de Pymes; Sociología del Programa UBA XXI y Sociología Jurídica en la Univ. Nacional del Noroeste de la Prov. de Buenos Aires.
Desde el año 2000 participa en talleres literarios de la ciudad de Buenos Aires, primero con la escritora Susana Silvestre y luego con el escritor Antonio Dal Masetto.
Algunos de sus cuentos fueron premiados con Menciones de Honor y Menciones Especiales en distintos certámenes literarios nacionales e internacionales.
En el 2010 uno de sus cuentos fue seleccionado y publicado en la columna “Micorrrelato” del Suplemento Cultura del diario Perfil.

OBRAS EDITADAS:
“Encuentros”, editorial Dunken 2006, cuentos.
“Boca de urna”, ediciones Deldragón 2008, novela.
“As de espadas, cuatro de copas”, ediciones De Las Tres Lagunas (Junín) 2010, novela.

OBRAS INÉDITAS:
Cuentos varios.
“Cuando el pasado despierta”, novela.

BREVE RESEÑA DE LAS OBRAS:

“Encuentros” es una recopilación de cuentos muchos de ellos con directas referencias biográficas del autor: las figuras paternas, sus abuelos, el barrio de su infancia y adolescencia, los amigos y otros personajes. Los últimos cuentos refieren historias ficticias que abordan temáticas diversas: la vida de un boxeador, un partido de fútbol, las últimas horas de una persona que se va a suicidar. Y en el último relato el autor extrema los recursos de la imaginación para hacer jugar en un “Encuentro inesperado” (así se titula el cuento), a varios de los personajes que circularon por el libro. Deciden reunirse a escondidas del autor porque se enteraron que éste decidió publicar un libro con sus historias de vida (variante original de “Seis personajes en busca de autor” de Pirandello). En ese encuentro los personajes manifiestan sus quejas por el modo en que el autor los describió o reveló sus historias personales, y también su orgullo porque van a “ser famosos”.
El tono de esta obra es, en su primera parte, fuertemente emotivo y nostálgico. Por momentos también doloroso y trágico. Sus últimos cuentos parecen equilibrar la balanza aportando un tono lúdico, entretenido, simpático, pintoresco y hasta humorístico.

“Boca de urna” es una novela breve que relata un día de elecciones en un pueblo pequeño luego de la crisis política de 2001 en el cual se disputan el gobierno municipal dos partidos que, desde hace cuarenta años, vienen alternándose en el poder: el Partido del Pueblo y el Partido de la Alternancia. Hay un tercer partido que nunca logró superar el 8% de los votos, alegóricamente se llama el Partido de Nunca Jamás.
Todas las miradas y chances están puestas en los dos partidos mayoritarios.
La historia transcurre desde el cierre de los comicios hasta la medianoche. En ese lapso de tiempo van a ocurrir vertiginosamente (alterando la “tranquilidad” y “rutina” de la vida pueblerina), una sucesión de hechos inesperados: una FM local da el resultado de una encuesta a boca de urna que le da ganador al Partido de Nunca Jamás, el resultado parece ser cierto. Se interrumpen las comunicaciones con otras ciudades. El recuento de votos se hace lento y engorroso. Mientras tanto los candidatos del partido de Nunca Jamás –luego de chequear la información de la FM-, deciden salir a festejar. El pueblo, poco a poco, va superando el asombro y la sorpresa y se suma al festejo. Los dirigentes más encumbrados de los dos partidos mayoritarios primero no le dan crédito a la información pero luego empiezan a preocuparse y, finalmente, deciden reunirse en secreto ambas fuerzas políticas en un boliche alejado del centro con el cura párroco para ver qué hacer ante estos “loquitos revolucionarios” que amenazan con investigar las cuentas municipales y meter presos a todos los que durante cuarenta años se alternaron en el poder.

 “As de espadas, cuatro de copas” es una novela en la que el autor retoma el tono emotivo, nostálgico y, en cierta medida, trágico (en el sentido literario de tragedia), de los primeros cuentos. Es la historia personal del propio autor, narrada en primera persona y sin ocultar los nombres reales de los personajes.
En el otoño del 2000 el padre, luego de haber vivido 19 años con una hemiplejía, empieza a deteriorarse en su salud vertiginosamente y vuelven a la misma clínica del pueblo en la que estuvieron 19 años atrás cuando el padre sufrió el ACV y cayó en coma. En aquel entonces sus dos hijos tenían 16 y 18 años y no se resignaron a que su padre muriera –contra todos los pronósticos médicos.
Este retorno a la misma clínica, 19 años después, le va a despertar al hijo los recuerdos del pasado. Así gran parte de la novela transcurrirá en los años de la adolescencia y la juventud de su hijo y atravesados por la tragedia: la muerte de su madre en un accidente automovilístico y luego la enfermedad de su padre. La vida de dos adolescentes durante unos meses en Capital federal acompañando el coma de su padre y luchando a su lado para que “despierte”, con todo lo que ello significa para dos chicos de un pueblo pequeño: el ambiente hostil de la gran ciudad, la frialdad y el autoritarismo de aquel entonces (1981 y plena dictadura militar), y las enfermedades y la muerte que recorre a diario los pasillos del sanatorio Güemes (“como la voz eléctrica de los altoparlantes que busca una habitación donde entrar”, va a decir el autor en ese viaje por la memoria).
La historia finalmente desemboca en el año 2000 y los últimos capítulos transcurren en el camino inexorable del padre hacia la muerte.
A pesar de ser una historia atravesada por la enfermedad y por la muerte no deja de tener un mensaje de vida, un aire esperanzador, aunque no una esperanza ingenua. El hijo se pregunta recurrentemente si su padre fue feliz, si “finalmente encontró el as de espadas que tanto buscaba”. Este interrogante –imposible de dilucidarse en la realidad-, el autor lo va a resolver echando mano a un recurso literario imaginativo (de una manera similar al recurso que ya se anticipa en el último de los cuentos de “Encuentros”): un diálogo atemporal con el padre intercalado en los diferentes capítulos de la obra.
Finalmente el último capítulo plantea un desenlace inesperado para el lector.

“Cuando el pasado despierta”. En esta novela aún inédita el autor relata –como en “Boca de urna”-, una historia ficticia aunque con fuertes componentes de la realidad.
Alberto Castellanos es un sociólogo de cincuenta años que, a fines del 2001, se traslada a un pueblo del interior de la provincia a realizar un trabajo de investigación social. En ese pueblo él vivió toda su infancia y adolescencia hasta que, terminado el secundario, se fue con sus padres a Buenos Aires y no volvió nunca más.
Su padre era un militar de alto rango y el pueblo estaba muy cerca de un regimiento del Ejército.
Cuando el protagonista vuelve al pueblo sus padres ya habían muerto. El primer día que está en el pueblo se encuentra con una mujer loca (la Pirucha), quien busca angustiosamente a su hijo. Le van a comentar que su hijo murió hace 34 años. Él va a recordar esa muerte, había aparecido asesinado de dos balazos en la cabeza a orillas de la laguna del parque, poco tiempo antes de que él se fuera con sus padres a vivir a Buenos Aires.
Preguntando le van a decir que esa muerte nunca se esclareció. Intrigado por ese dato se va a enterar que el chico muerto era hijo extramatrimonial de su padre. A partir de ahí esa muerte se va a convertir en el centro de la atención –casi una obsesión-, de Alberto Castellanos que va a querer averiguar quién mató a su hermano.
La historia transcurre entre los meses de noviembre y diciembre de 2001. En el pueblo se va a vivir la crisis político institucional del país con una virulencia singular que alterará la “pasividad” y los lazos “armoniosos” de la vida cotidiana del pueblo, exacerbando sentimientos de discriminación entre los que viven de un lado y del otro de la vía.
Ese escenario presente y el otro del pasado del protagonista (el de fines de los sesenta), van a mostrarle a él cuántas cosas se esconden detrás de los “rostros pacíficos y mansos” de los pobladores.
También hay una historia de amor ya que el protagonista se va a encontrar con la novia de la adolescencia a la que dejó de ver cuando se fue a Buenos Aires.

COMENTARIOS DE DOS ESCRITORES A LAS NOVELAS:
“Boca de urna”:
En Boca de urna Alejandro Casas nos muestra en pequeña escala, con singular maestría y perfecto manejo de estilo, los dilemas, las contradicciones internas y los temores al cambio que atraviesan a gran parte de nuestra sociedad. Como así también, los parámteros morales que predominan en la dirigencia política.
Antonio Dal Masetto (escritor)

“As de espadas, cuatro de copas”:
    Finalmente una tarde el padre sale del coma en el que estuvo sumido durante semanas porque hay algo que la medicina no puede explicar y es el milagro de la vida. El padre despierta  porque sus hijos desean fervientemente que así sea. Despierta y sonríe y su sonrisa no es una mueca. Es feliz.
    Diecinueve años más tarde el padre va a volver a la misma clínica, pero ésta vez su suerte no será la misma.
    En AS DE ESPADA, CUATRO DE COPAS la pluma certera de Alejandro Casas nos muestra,  como un pasaje de cámara filmadora, la secuencia de una vida de infortunios, desventuras y desencuentros. Hace falta el talento del autor para hacernos vibrar frente a la fuerza de las imágenes: la despedida de la madre, cuya silueta se va esfumando en un andén de ferrocarril, el Vasco Suga Sua que con sus 80 años va empujando la silla de ruedas de su amigo entrañable hacia el galpón donde van a desempolvar los recuerdos de otros años, los adolescentes esperando frente a la cama de un sanatorio donde el padre lucha para  vencer a la muerte.
    Y la pregunta recurrente del hijo: ¿Fuiste feliz en todos estos años?
    El padre lo sabe, lo supo siempre. Sabe -y ése es, quizás, el mensaje de la novela-, que la carta del triunfo, en los espíritus nobles, está muy cerca de sí: en el amor de los hijos, en las pequeñas grandes cosas de todos los días.
Clara Benedetti (escritora)

1 comentario:

  1. interesante..un espacio para disfrutar.Maria simona ciuffani

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