viernes, 18 de enero de 2013

" La Sapa de Letras "

Cualquier semejanza con la realidad, es con la tuya.
 
 
 
Autor: Yolanda ibuprofeno del campo (seudónimo)
 
UN VESTIDO BLANCO PARA PAPÁ
 
 
El vestido blanco era prestado. Querían que luciera virginal. Sensación que ella nunca conoció.

"Puta!". Fue el primer grito que escuchó de su papá, tenía 10 años y no sabía muy bien a que se refería. A lo largo de su vida el grito se repitió muchas más veces de las que pudiera contar: "Puta!". Y el grito quedó en ella y fue su identidad.
Era un departamento viejo, con los pisos cubiertos de alfombras ajadas. Había un hombre y una mujer de quienes no recuerda el nombre. Otras mujeres rondaban. Tampoco las recuerda.
El vestido blanco era prestado. Querían que luciera virginal. Ella temblaba como una hoja.
"Puta!". Las chicas no reciben cartas de amor.
La cabeza gacha y la alfombra ahí. Era azul? O verde? Tan ajada, tan sucia. Cuanta gente había pisado esa alfombra? Y el olor intenso y penetrante del desinfectante de ambientes. Los olores son más difíciles de olvidar.
"Puta!". Las chicas llegan a casa a horario.
El vestido blanco le quedaba incómodo. Su propia piel le quedaba incómoda.
Las más experimentadas le dieron varios consejos que ella no pudo escuchar. Los latidos que indicaban su pulso eran ensordecedores. Estaban todos entusiasmados. Había apuro. Y ese olor, tan insoportable. Un olor que contenía miles de hedores. El pulso en su sien. La estaban esperando.
"Puta!". Por qué no podía ser como las otras?
Las miradas eran de aprobación. El vestido blanco le daba el aspecto virginal que hacia subir el precio de la venta. Y ella no recuerda quien se lo prestó. Había llegado el momento. Caminó la alfombra mugrienta, se llevó con ella el olor a desinfectante y toco tímidamente la puerta.
Tal vez el que esperaba se hubiera arrepentido. Tal vez, harto de la demora hubiera decidido irse. Tal vez tenía 10 años de nuevo y todo era un muy mal sueño.
"Puta!".
- Adelante.
Y todo enmudeció. Su piel, su cuerpo, su propio pulso.
El vestido blanco era prestado. Y ella iba a cumplir el deseo de su padre

 
 
 
 

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