sábado, 16 de julio de 2011

            "Libros que transcurren en lugares remotos"

En el canal de tv C5N, todos los viernes se desarrolla un programa que se llama ESTA NOCHE LIBROS. Esta dirigido por el periodista Gerardo Rozin y lo acompaña Eugenia Zicavo con comentarios de libros.
En esta oportunidad “ LIBROS QUE TRANSCURREN EN LUGARES REMOTOS”
Con la visita del escritor Ricardo Coler sugiere como muy interesantes 
 EL CLAN DEL OSO CAVERNARIO. De Jean Marie Auel
En la última fase de la Era Glacial, cuando Neandertales y Cromañones compartían la tierra, Ayla, una niña Cromañón  de 5 años, queda aislada de su tribu por culpa de un terremoto y es acogida por un grupo de Neandertales. Valiente e indomable la joven al principio inspira sorpresa, luego cautela y, por fin, es aceptada por parte del Clan. Iza, la curandera y Creb, el Hombre Santo, cuidan de ella. Ayla se interesa por las cacerías y los preparativos de las armas, algo que está prohibido a las mujeres y que ella, no obstante, domina con maestría.
MAL DE ALTURAS. Autor Ion Krakaur
Mal de altura se ha convertido en una lectura obligada para todo amante de la literatura de montaña, de aventura o de viajes. Un best seller internacional tanto por la calidad de la historia como por el acierto con el que su autor, Jon Krakauer, nos narra lo sucedido.
Qué más se puede decir de una tragedia que conmocionó el mundo de la montaña incluso transcendiéndolo… quizá sólo que merece la pena empaparse de la intensidad de las palabras y el estilo gráfico del autor que consiguen atrapar al lector y nos llevan en este viaje literario hasta el corazón mismo de lo inevitable.

Mal de altura se lee como una buena novela, pero no es ficción. Jon Krakauer partió hacia el Himalaya en 1996 para escribir un reportaje sobre la creciente explotación comercial del Everest. Su intención era analizar los motivos de que tanta gente esté dispuesta a someterse a riesgos antes reservados a alpinistas profesionales. Tras coronar la cima más alta de la Tierra, Krakauer comenzó el peligroso descenso, pero no todos lo consiguieron; hubo muertes, hubo heridos y mucha controversia. Esta obra suscitó tanta polémica que Krakauer se vio obligado a escribir un post scriptum de réplica, incluido en esta edición.

El tiempo se detiene mientras Krakauer perfila y relata conmovedoramente lo sucedido

EL ANTROPOLOGO INOCENTE. De Nigel Barley
El objeto del libro, como decía, es narrar la experiencia de campo del propio autor, como antropólogo dedicado al estudio de la tribu de los dowayos en Camerún. Lo cual no quiere decir que se trate de una simple sucesión de datos y conclusiones sobre las costumbres, lengua y creencias de estos africanos. El libro tiene su estructura, como si de una novela se tratara: el inicio, con la presentación que el autor hace de sí mismo y de los motivos que le llevaron a su aventura africana; su llegada a Camerún y su aclimatación al medio; sus peripecias entre los habitantes de la tribu; y el final de su experiencia, con el retorno a la “civilización”.
Aunque la parte fundamental de la obra tiene como protagonista al pueblo dowayo, hay otra buena parte en la que el antropólogo nos relata las graves dificultades del occidental para aclimatarse a un país y a un mundo totalmente distintos del europeo, de modo que a lo largo de la narración se van intercalando sus descubrimientos como científico con sus apuros para conseguir financiación, medios de transporte, e incluso cosas más básicas como hacerse entender por sus semejantes o aliviar sus dolencias. Así, por ejemplo, cuando sufre una grave infección en las encías y no le queda más remedio que acudir a uno de los pocos dentistas que existían en el país. Una vez en la “consulta” dice Barley que dentro había cierta cantidad de instrumentos dentales en un estado lamentable y un gran diploma de la Universidad de Lyon, lo cual le tranquilizó un poco. Tras explicarle su problema al grandullón que había en la consulta, éste agarró unas tenazas y sin más dilación le arrancó los dos incisivos. Según declaró, los dientes estaban podridos. Me quedé sentado como un pasmarote (la sangre me corría por el pecho de la camisa) y traté de hacerle comprender que ya podía emprender el siguiente paso del tratamiento. Añade Barley que no resulta sencillo discutir en un idioma extranjero faltándole a uno dos incisivos. Al final, el individuo se irrita y le dice que si no está satisfecho llamaría al propio dentista. Así es, el que le había arrancado los incisivos no era dentista, era mecánico, y también arreglaba relojes. Había caído, dice el antropólogo, en la trampa de creer que cualquiera que se encontrara en un consultorio dental con una bata blanca y preparado para sacar muelas era dentista.
Al final Barley sale más o menos bien parado de esta y de otras muchas de las numerosas peripecias vividas durante su experiencia africana. Es una muestra, no la mejor ni quizás la más graciosa, pero sí un claro ejemplo de lo que encontraremos en el inolvidable libro del antropólogo inocente


EL REINO DE LAS MUJERES. De Ricardo Coler
Se trata de los Mosuo, una comunidad de veinticinco mil habitantes conocida como el último de los matriarcados que aún hoy se mantiene intacto. Algo así como el “paraíso del movimiento feminista”.

El periodista y fotógrafo Ricardo Coler emprendió un largo viaje para conocer cómo es la vida de estos hombres y mujeres que se relacionan bajo sus propias reglas y de acuerdo a sus particulares necesidades. “El reino de las mujeres. El último matriarcado” es el resultado de esa apasionante travesía.

“Aquí, sobre el tablero, las piezas están colocadas de otra manera. Hombres y mujeres se ubican en posiciones distintas de las que estamos habituados. Ellas tienen todas y cada una de las prerrogativas mientras que ellos carecen de la más mínima. Es una variante del juego, un guión diferente para el drama-comedia-tragedia de los sexos”. Con esta reflexión, Coler da comienzo al juego que supone embarcarse en las páginas de este libro para vivir, a través de su relato, la experiencia de conocer a los Mosuo y aprender de qué hablamos cuando hablamos de matriarcado

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