Francisco Pastor, escritor nuevejuliense, escribió ¿Quién es el hincha? inspirado en los numerosos hinchas de equipos de fútbol locales de ciudades pequeñas. Publicado recientemente en el libro de su autoría " 70 años " Club San Martin de 9 de Julio Bs AsEl hincha es un pobre tipo al que un día le inyectaron un virus y ya no pudo separarse nunca más de su club. Los clubes utilizan jugadores y una pelota para cazar hinchas. Aparecen en lúgubres estadios de fútbol y trabajando en las sombras se apropian de sus vidas, de sus anhelos, de sus sueños, y a veces, hasta de sus familias.
No tienen escrúpulos a la hora de reclutar hinchas, a las novias, a los abuelos, a los amigos. Investigan nacimientos, árboles genealógicos, buscan personas “castas”, y cuando estas se descuidan, quedan prisioneras y pasan a integrar la larga caravana de esclavos, que domingo a domingo van al coliseo, a sufrir y a rezar por el triunfo.
Estos “vampiros” vuelan por las noches, se meten en los sueños de la gente, le chupan la savia que nutre sus sentimientos y cuando los pobres diablos se despiertan, ya están sometidos a la servidumbre. Desde ese momento, el hincha, debe pensar solamente en un nombre y una camiseta. Su vida ya no le pertenecerá, será consagrada a venerar al club, a adorarlo, a sufrir en las derrotas, a reír en el triunfo, enronquecerá su garganta los domingos trepados al alambrado, deberá hacer toda clase de cábalas para ayudar al triunfo de sus colores y padecerá las cargadas de los hinchas rivales, que a veces gozarán más con su derrota que con la alegría de la victoria de su equipo.
Cuando un hincha cae en las garras de un club, queda sometido al yugo, al padecimiento, porque las victorias también se sufren. Son noventa minutos eternos, y hasta que “el de negro” no haga sonar su silbato, puede pasar cualquier cosa, entonces el hincha se come las uñas, insulta, pide la hora, sufre como un loco; termina el partido agotado y como si esto fuera poco cuando llega a su casa con el corazón destrozado, nada le cae bien y se pelea con su mujer porque lo recibe con una” cargada.”
El hincha, es el único ser vivo que tropieza cien veces con la misma piedra, insiste eternamente alentando al equipo, aunque ese lo defraude todos los domingos; aunque se vaya al descenso; aunque la jornada futbolera sea un vía crucis. Es un enamoramiento sin causa aparente, es un matrimonio donde no hay divorcio posible…….porque:
¿Qué sería del fútbol si no existiera el hincha?
Muy bueno, felicitaciones !!!! Dani
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