La inspiración es un blanco papel que nunca tiene renglones. Ni sueños, ni inventos, ni ideas, ni dueños. Es un punto en un dia de sol, es la enfermedad de la razón que no duerme ni persigue a quien, tal vez, soy. Es una manta fría en invierno, es un poco de agua de la que no se ve en el desierto. Tiene brillo reflejado e incierto. Puede pasar por la puerta del ciego y ser vista por ellos sintiendo. La inspiración no tiene forma de nada, ni de nadie. Tiene anhelo en perseguidores tercos. Y por eso la espero.
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