miércoles, 1 de junio de 2011

PARA LOS MAS PEQUEÑOS

LOS COLORES DEL GORRIÓN
Adaptación de una leyenda India.
   Dicen que hace muchos años, todos los pájaros eran marrones. Al principio, esto no les molestaba, pero cuando la Naturaleza empezó a crear las flores con colores diferentes y maravillosos, sintieron que era injusto.¡ Ellos también tenían derecho a ser coloridos !.
   Asique enviaron al búho a pedirle a la Naturaleza que les reconociera su derecho. Ella dijo que sí, que no había ningún problema, que mejor, porque así el mundo sería mucho más bonito, ¡ y qué cosa ! ¿ cómo no se le había ocurrido antes ? Pero aclaró, además, que antes del cambio, cada pájaro tendría que pensar muy bien qué color querría, porque le quedaría para siempre.
   -Dentro de una semana estaré aquí con mi paleta, y cada uno recibirá lo que haya elegido-dijo por ´ultimo.
   El búho regresó con la noticia, que muy pronto se desparramó por todo el planeta. Los pájaros anduvieron toda la semana de lo más alborotados, preguntándose unos a otros si les quedaría mejor el turquesa o el verde, el colorado o el negro, ¡ o todos los colores juntos !-
   Por fin llegó el día de la reunión. La Naturaleza, sentada en un trono verde, con una enorme paleta de colores en una mano y un ´pincel en la otra, los fue llamando, y uno por uno pidieron  y recibieron lo que querían.
   El benteveo había elegido amarillo para el pecho, y una vincha blanca en la cabeza. La brasita quiso que su cuerpo y su copete fueran colorados. La golondrina se decidió por el negro, el azul y el blanco, que son elegantes.
   El pavo real pidió una cola lo más parecida posible al arco iris, para que todo el mundo la viera bien. Y el loro, un tono exclusivo, para él y nadie más que él: verde loro. Fueron cientos, miles los pájaros que pasaron frente a la Naturaleza. Ella los escuchaba y los pintaba a todos con mucho cuidado y paciencia, creando toda clase de combinaciones. Cuando los colores se fueron tremiendo, algunos tuvieron que conformarse con los que sobraban, pero igual quedaron muy lindos.
   Y así la Naturaleza terminó su trabajo...o casi. Porque mientras estaba guardando la paleta y los pinceles para irse, una necesita le llamó la atención. Era el gorrión que se le acercaba a  saltitos.
   -¡ Falto yo, falto yo, señora !- le dijo el pajarito- Llegué tarde porque en el camino hubo tormenta, perdone, pero no se vaya todavía. ¡ Yo también quiero colores !.
   La Naturaleza lo miró apenada, y con voz cariñosa le contestó:
   -¡ Pero es que no ha quedado nada en mi paleta !
   -¡ Uf, qué lástima ! Un viaje tan largo y cansador para nada- se quejó, muy triste. el gorrión- Bueno, no importa, igual el marrón no me queda tan feo- se consoló.
   Y ya se iba, más o menos conforme cuando la Naturaleza lo llamó:
   -¡ Un momento ! Voy a revisar de nuevo mi paleta... a lo mejor tenemos suerte- le dijo.
   La puso al sol, después  a la sombra... y descubrió que en un rinconcito brillaba una mínima gotas de amarillo. Mojo entonces un pincel, se acercó al gorrión y dibujó con mucho cuidado una pequeñisima mancha amarilla a cada lado del piquito.
   Acordate de esto cada vez que veas un gorrión. Y miralo bien. él lleva el último color que usó la Naturaleza para pintar a todos los pájaros del mundo.

                                                                                              FIN

Este cuento lo leí en la Sala de 5 años del Jardín que asiste mi nieta Sara. Para mi sorpresa los 35 pequeños presentes lo escucharon con mucha atención y luego hicieron hermosos trabajos. Fueron presentados en la Feria del Libro de la institución.

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