Torre de Babel con libros
"La idea es unificar todas las razas a través del libro", explicó la artista sobre su monumental obra que será inaugurada el miércoles próximo y 'existirá' hasta fines de mayo cuando los ejemplares sean entregados al público o donados a bibliotecas populares de la capital argentina.
Enclavada en la Plaza San Martín, en el centro de Buenos Aires, la mole literaria está dispuesta en forma de un enorme espiral y fue creada en ocasión de la designación de Buenos Aires como Capital Mundial del Libro 2011 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Desde el jueves, la víspera de su inauguración oficial, podrá recorrerse en forma gratuita en grupos de a cien visitantes que al adentrarse en la torre de siete pisos escucharán una banda sonora creada por Minujin en base a la palabra 'libro' pronunciada en todos los idiomas.
Casi la mitad de los ejemplares que sirven de ladrillos a la torre fueron donados por medio centenar de embajadas, pero otro tanto surgió del aporte solidario de miles de personas que donaron libros mediante una campaña pública.
El último día de la muestra, el 28 de mayo, los visitantes podrán elegir un libro en el idioma que prefieran y llevárselo. El resto será catalogado y conformará la primera biblioteca multilingüe de la ciudad."Se armará una Biblioteca de Babel con ejemplares en muchos idiomas y dialectos que quedará por siempre como una forma de esparcir la creatividad y cultura de todos los pueblos del mundo", dijo Minujin.
En la base de la Torre pueden verse, entre otros, ejemplares de literatura, historia, geografía de todo el mundo, mientras el primero y segundo nivel está reservado a obras de América, el tercero y el cuarto a Europa y el quinto y sexto a Asia, dijeron los organizadores.
Definida por la artista como "una obra de participación masiva", esta Torre de Babel remite a otra célebre creación de Minujin, el Partenón de Libros, una monumental obra que construyó en 1983 en Buenos Aires con títulos prohibidos durante la última dictadura militar (1976-83).
Pero a diferencia de aquélla, en esta ocasión la artista se propone ya no una reflexión sobre la censura sino una metáfora para "unificar todas las razas a través del libro", según explicó.
"El arte no tiene idioma" es la filosofía de esta artista célebre por sus puestas 'habitables' construidas con materiales descartables, colchones, alimentos o botellas que invitan al público a meterse dentro de la obra.
Graduada en Bellas Artes en Buenos Aires, Minujín fue pionera del mayor movimiento artístico de los años 60, el Instituto Di Tella, desde donde presentó desopilantes y transgresoras obras que invitaban al público a "revolcarse y vivir" el arte para cumplir con el propósito de Minujin de unir arte y vida.
que genia !!11 esto si que es creatividad.
ResponderEliminarjulia